Lo que está sucediendo en Morelos es de antología política. La candidata de la oposición a la gubernatura de esa entidad, Lucy Meza, fue demandada por la vía civil nada menos y nada más que por el almirante en retiro José Ortiz Guarneros, Comisionado Estatal de Seguridad Pública. Es decir, por el jefe de la policía del estado.
Le hablo del peor funcionario, ése que anda con un puñado de escoltas por las calles del estado, pero que deja en manos de los delincuentes a los morelenses que todos los días salen a ganarse la vida.
Le hablo de ese funcionario que les pide a los millones de turistas de la CDMX (que van cada fin de semana a Morelos y reactivan su economía) que no utilicen la autopista México-Cuernavaca, para que no sean secuestrados o levantados por criminales, a quien, por cierto, debe combatir, según marca la Constitución.
Regresemos al primer punto. Lucy Meza se enteró por el boletín judicial de la demanda en su contra y de inmediato acudió al juzgado civil donde se radica el asunto, a fin de emplazarse por su propia voluntad. Esto habla bien de la candidata opositora a la gubernatura de Morelos, quien está ganando la simpatía de los morelenses, ya que la ven como la mejor opción para acabar de una vez por todas con el avance del crimen y el oasis de impunidad en que convirtió Cuauhtémoc Blanco al estado.
La demanda podría ser poca cosa, sobre todo, por el delito que se persigue, que es daño moral. Sin embargo, toma relevancia no sólo por los actores involucrados, sino por el fondo de la propia acusación que lanza Ortiz Guarneros contra Lucy Meza. Lo que parece es que los actuales funcionarios tratan de curarse en salud ante los nulos resultados que dieron a la ciudadanía.
Nos cuentan que la demanda fue interpuesta en los primeros días del mes de marzo, luego de las declaraciones que hizo la entonces senadora y actual candidata a la gubernatura por Morelos en entrevista con un medio nacional. Lucy Meza tuvo la valentía de advertir que José Ortiz Guarneros sostenía complicidades con la delincuencia.
Los señalamientos podrían ser verídicos o falsos, eso dependerá del desahogo del juicio. Empero, lo que es una realidad y que está a la vista de todos los morelenses, es que, desde hace tres años, no hay ninguna detención en flagrancia por parte de los cuerpos policiales a cargo de Ortiz Guarneros.
Es decir, el almirante en retiro, a poco más de cinco años de estar al frente de la Comisión Estatal de Seguridad Pública, nunca entendió que una de sus funciones primordiales en su puesto era establecer mecanismo de prevención del delito.
En Morelos no hay una estrategia, y por el contrario hay un incremento del 27% en el número de homicidios dolosos. En lo que va del sexenio se han registrado 150 feminicidios y el cobro de piso se ha elevado en un 300 por ciento. Entonces esto hace suponer que las complicidades del jefe de la policía estatal con la delincuencia podrían ser verídicas.
Son tres los elementos que evidencian que detrás de esta demanda hay un trasfondo político:
1.- Las tendencias electorales favorecen a Lucy Meza por encima de la candidata del oficialismo (Morena), Margarita González Sarabia.
2.- La senadora y candidata de oposición ha sostenido por más de cinco años que la estrategia de seguridad es un fracaso, y
3.- Es evidente que Ortiz Guarneros actúa bajo instrucciones del gobernador con licencia Cuauhtémoc Blanco.
Lucy Meza acusa ser víctima de una persecución política, pues bueno hay elementos suficientes para presuponer que efectivamente hay un exceso de poder para descarrilarla y silenciarla. Ya la vetaron una vez al interior de Morena y ahora que compite por la gubernatura del lado de la oposición, la persiguen políticamente. No me cabe duda de que Lucy representa un riesgo para muchos funcionarios del actual gobierno. ¿Hasta dónde ha llegado la corrupción? ¿Cuántos funcionarios estarán involucrados? En fin, la valentía de Lucy Meza le está abonando adeptos en su favor.
