Jorge A Maynez, uno de los contendientes a la Presidencia de la República, se presentó por primera vez ante cientos de jóvenes en la ITESO de Jalisco, arrancando su gira por universidades de todo el país.
Al ser cuestionado sobre su proyecto de nación, mencionó que éste tendría 3 ejes transversales. Uno de ellos es la justicia intergeneracional.
“No puede haber desarrollo comprometiendo el futuro de las próximas generaciones”
Justicia y generaciones, nada fácil de juntar en un solo término. Aunque complejo, este principio representa lo que toda una generación de niños y jóvenes anhela, aunque no sepan que se llame así.
El concepto de justicia intergeneracional fue propuesto en 1974 por el economista James Tobin, quien escribió: “Los administradores de las instituciones donantes son los guardianes del futuro en contra de las pretensiones del presente. Su tarea es administrar lo que se dona para preservar la equidad entre las generaciones”. El uso no sustentable de los recursos naturales lleva a la injusticia intergeneracional.
El 30% de la población total del país, alrededor de 38 millones de niñas, niños y adolescentes, tienen menos de 18 años. La OMS ha señalado que más de una de cada cuatro muertes de niños y niñas menores de 5 años, está directa o indirectamente relacionada con riesgos medioambientales debido a que su vulnerabilidad incrementa al ser dependientes en su toma de decisiones, sin poder desplazarse o hacer frente con rapidez a impactos climáticos.
El aire que estas generaciones han respirado la mayor parte de su vida ha sido veneno puro para su cuerpo, el agua disponible no es suficiente ni de calidad y los alimentos que consumen son de bajo nivel nutricional gracias a la aniquilación del suelo fértil y una cadena de producción y suministro de alimentos sumamente frágil. No tienen espacios naturales a proximidad y los últimos pulmones del país que habitan están siendo objeto de recaudación y venta al mejor postor.
El común denominador; una generación de niños y jóvenes que no son los culpables, pero sí son los más afectados.
Omisiones y decisiones de gobernantes bajo una lógica cortoplacista que obedece más a calendarios electorales que al bien común, han soslayado el derecho de las nuevas generaciones a acceder a recursos naturales suficientes y de calidad, dejando a su paso una deuda histórica a saldar con millones de niños y jóvenes en México.
No más refinerías obsoletas y trenes sin retorno para la naturaleza. No más empresas acaparadoras del agua y cotos de poder que atesoran miles de hectáreas para transformarlas en planchas de concreto. Nuestras acciones y decisiones deben estar orientadas hacia el futuro y la búsqueda de la justicia intergeneracional es una responsabilidad que no podemos omitir.
Es por eso que ante el escenario que hoy enfrentan millones de niños y jóvenes en México resulta tan necesario un giro radical en la política de uso y conservación de recursos naturales, además de una planeación territorial a largo plazo con instrumentos jurídicos que obliguen a los gobernantes a preservar los recursos mínimos necesarios para asegurar que las generaciones futuras cuenten con un medio idóneo para su desarrollo.
Y si bien no habías escuchado el término justicia intergeneracional con anterioridad, es importante que le prestes atención, ya que debe formar parte central del proyecto de país que oferten los candidatos rumbo al 2 de junio de 2024.
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