Desde hace algunos años el término “criptomoneda” se hizo común. ¿Pero qué es en realidad una criptomoneda? Es un tipo de moneda digital o divisa alternativa, es decir, un medio digital de intercambio que usa criptografía avanzada para asegurar las transacciones, controlar la creación de unidades adicionales y verificar la transferencia de activos.
En 2009 comenzó a operar la primera criptomoneda: Bitcoin. A partir de ese momento, aparecieron otras como Litecoin, Ethereum, BNB, Bitcoin Cash, Ripple y Dogecoin, entre otras. Para julio de 2020, existían cerca de cinco mil 790 criptomonedas. En el sistema de criptodivisas, la seguridad, la integridad y el balance de las cuentas son mantenidos por una comunidad conocida como los “mineros”, quienes utilizan computadoras u otro hardware para validar y fechar las transacciones.
Las criptomonedas fueron ganando la atención del público general y de los medios de comunicación desde 2011. El interés creció rápidamente en abril de 2013, cuando Bitcoin ascendió vertiginosamente.
En 2021, El Salvador se convirtió en el primer país en aceptar Bitcoin como moneda de curso legal. Meses más tarde, Cuba hizo lo mismo, con la intención de evitar las sanciones de Estados Unidos. En septiembre del mismo año, China prohibió todo uso, transacción, minería o negociación de criptomonedas, con la intención de evitar fugas de capital, convirtiéndose así en el primer país en condenar este mercado digital.
Al no usar intermediarios, el uso de criptomonedas reduce el tiempo y el costo de las transacciones, además de eliminar la necesidad de agentes financieros para realizarlas. Sin embargo, este mercado emergente también tiene su lado oscuro.
El documental producido por Netflix, Criptoestafas, habla de ese lado oscuro, presentándonos un caso sobre cómo la innovación tecnológica es utilizada con fines fraudulentos. La película, dirigida por Bryan Storkel, nos cuenta la historia de Ray Trapani, un estafador adicto al Xanax, que, junto a un par de amigos, aprovechó el caos del mercado financiero digital para defraudar a inversionistas y llevar una vida llena de lujos y excesos.
También muestra un mundo lleno de narcisismo, donde tres jóvenes crearon una falsa empresa llamada Centra Tech. Sin experiencia, plantearon concebir una tarjeta de débito de criptomonedas que utilizaron para desviar millones de dólares de inversores que confiaron en ellos, a pesar de la cuestionable legalidad del proyecto y apoyados por el patrocinio de celebridades como el boxeador Floyd Mayweather Jr.
Con la participación de los hombres detrás de Centra Tech, así como testimonios de algunas de las víctimas que cayeron en la estafa, se construye un relato sobre la figura de Ray Trapani. Resulta inquietante el cinismo y el poco esfuerzo que hace Trapani por ocultar su verdadero carácter, mientras sonríe a la cámara y acepta que, desde niño, siempre quiso ser criminal.
El documental termina haciendo especial énfasis en uno de los peores errores cometidos por la justicia de los Estados Unidos y nos muestra lo peligroso y fácil que resulta caer en un fraude financiero en el manipulable mundo de las criptomonedas.
Criptoestafas se puede ver en Netflix.