En una noticia que pasó mayormente desapercibida, Turkish Airlines dejó de vender indefinidamente boletos a ciudadanos rusos para el vuelo
Moscú-Ciudad de México-Cancún, con escala en Estambul, Turquía. Era la única línea que les daba servicio a México, desde un país miembro de la OTAN, tras el cierre del espacio aéreo occidental a los aviones de Aeroflot por la invasión rusa de Ucrania. Usada por 90% del número récord de rusos que han llegado al país, ya sea para quedarse o para usarlo como puerta de entrada a Estados Unidos, el vuelo ha sido clave en hacer de México un centro regional del espionaje ruso y a Cancún meca del éxodo de rusos que huyen del reclutamiento militar y de la represión. Los agentes encubiertos del Kremlin, que regularmente viajan a México para tratar de infiltrarse a Estados Unidos, se han quedado sin su ruta favorita.
Rusia respondió indignada. El subsecretario del exterior Sergei Ryabkov, culpó a Washington. Pero, para la exembajadora de México en Washington, Martha Bárcena, es cuestión de cooperación, no de culpar, pues los países afectados por los flujos turísticos deben garantizar que no sean mal utilizados. “Tiene que haber necesariamente un intercambio de inteligencia e información. Si hay un abuso de esos flujos y de ese tránsito de turistas legales para otros fines, pues entonces se tienen que tomar medidas pertinentes”, me dijo vía telefónica desde Madrid. La también exembajadora en Turquía observó que el actual ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, viene de los servicios de inteligencia, donde fue director de la Organización de Inteligencia Nacional antes de su cargo actual. “Si hay alguien que conoce a la perfección el riesgo que hay de operaciones encubiertas y de que se aprovechen los canales de comunicación legítimos para otros fines, se llama Hakan Fidan”, señaló Bárcena. Por lo tanto, “fue una decisión de seguridad nacional, no sólo política, para Estados Unidos, para Turquía y, desde luego, para México”.
Dada la estrecha colaboración de trabajo del secretario de Estado, Antony Blinken, con Fidan, se ven y hablan con frecuencia; la restricción en los vuelos a México muy probablemente sea un acuerdo entre ellos. La prohibición, que se implementó poco después de la reunión de trabajo Blinken-Fidan en marzo, es el tipo de medidas discretas que toma Washington para contrarrestar la creciente presencia rusa en el hemisferio. Turkish también dejó de vender boletos a los rusos a Brasil, Argentina y Panamá. Un portavoz del Departamento de Estado consultado se limitó a decir que, si bien están al tanto de las “nuevas restricciones en la venta de boletos” de Turkish, Estados Unidos respeta que las naciones y las compañías privadas tomen sus propias decisiones sobre política de viajes aéreos consistentes con el derecho internacional.
Vera Mironova, investigadora de origen ruso radicada en Estados Unidos, publicó en 2023 que, según fuentes del Departamento de Seguridad Interna (DHS) que no identifica, volaron a Cancún en Turkish trece agentes rusos del Servicio Federal de Seguridad, la exKGB, que trataron de cruzar por California y Arizona para solicitar asilo político haciéndose pasar por periodistas y activistas de ONG. Fueron arrestados y deportados por el DHS (Conflict Notes). El reporte, sin embargo, no ha sido corroborado oficialmente. El FBI me remitió al DHS, que no respondió. Se cree que el número de espías rusos detenidos en la frontera ha aumentado desde entonces.
Turkish Airlines negó pases de abordar a Cancún a unos mil pasajeros rusos en el aeropuerto de Estambul en los primeros días de la prohibición. Algunos se quejaron con la Embajada de México en Ankara y pidieron ser indemnizados. Los diplomáticos del Kremlin en Turquía denunciaron que sus ciudadanos estaban siendo discriminados. “No hay discriminación para los viajeros rusos”, me dijo José Manuel Gutiérrez, vocero de la subsecretaría para Europa en la Cancillería mexicana. “Es práctica habitual de las aerolíneas realizar revisiones exhaustivas previamente al abordaje”.
De los 166 mil rusos que entraron por avión a México entre enero de 2022 y abril de 2024, según registros de la Secretaría de Gobernación, 73 mil intentaron introducirse ilegalmente a Estados Unidos, de acuerdo con Aduanas y Protección Fronteriza. La cancelación de la ruta de Turkish y las nuevas restricciones al asilo político decretadas por Biden, son un golpe para el Kremlin que indudablemente explorará otros medios para poder seguir enviando espías a México. Por ejemplo, el vuelo directo de Moscú a Varadero, Cuba, de Aeroflot, y el nuevo vuelo Shenzhen-CDMX de China Southern Airlines. Ninguno, sin embargo, será tan conveniente como la extinta ruta de Turkish Airlines.