“Hoy la justicia tiene que estar al alcance de todas las personas, con esta reforma habrá jueces cercanos a la gente y que se deban a la ciudadanía”
Ministra Yasmín Esquivel Mossa
La reforma judicial ha dejado de ser una mera aspiración para convertirse en una ineludible realidad en nuestro país, independientemente de las opiniones que puedan surgir. Este proceso marca el inicio de un cambio profundo en nuestro sistema de justicia, orientado a alinearse con las transformaciones sociales recientes, especialmente desde la llegada de la izquierda al poder en 2018. Este gobierno ha logrado establecer puentes de comunicación con la mayoría del pueblo, fundamentalmente con aquellos que durante décadas no fueron escuchados.
Uno de los principales clamores ha sido la insatisfacción con el Poder Judicial de la Federación, una exigencia que se hizo sentir con renovada fuerza en las últimas elecciones, donde más de 36 millones de personas depositaron su voto de confianza en la doctora Claudia Sheinbaum y su Plan C. Uno de los objetivos primordiales de este plan es democratizar el Poder Judicial y acercar este pilar fundamental de la justicia a quienes realmente se deben: a su gente.
A pesar de la situación, la comentocracia y las voces de corte conservador en los medios han creado un ambiente de escepticismo. La falta de plumas de izquierda en los medios ha llevado a muchos a aceptar sin cuestionar lo que se difunde, impidiendo un análisis crítico que permita comprender las verdaderas bondades y el impacto de la inminente reforma judicial.
Por ello, me gustaría expresar mi opinión y manifestar ciertas verdades (de forma resumida) sobre la Reforma Judicial:
1. Visión plural de la justicia
Las y los abogados interesados en ocupar cargos de jueces, magistrados o ministros podrán inscribirse en las próximas convocatorias del Senado, incluyendo a los actuales jueces y magistrados. Los tres Poderes de la Unión presentarán sus propuestas, y los comités de evaluación se encargarán de verificar el cumplimiento de los requisitos. Una vez superado este filtro, se llevarán a cabo votaciones para enviar las listas al INE, para la votación popular. Este proceso marca un cambio significativo respecto al pasado, donde la mayoría de los candidatos provenían de la carrera judicial y eran seleccionados a través de concursos predominantemente cerrados, controlados por miembros del Poder Judicial.
2. Carrera judicial
La carrera judicial continúa vigente para el personal del Poder Judicial, incluyendo a secretarios de acuerdos, actuarios y otros cargos, con excepción de aquellos que están sujetos a elección popular.
3. Democracia
Se ha señalado que el actual contexto se asemeja a una dictadura y que el partido Morena controlará el Poder Judicial. No obstante, es importante resaltar que la elección de las futuras personas juzgadoras estará en manos del pueblo de México, permitiendo a los ciudadanos votar por candidatos no afiliados a ningún partido político.
4. Independencia judicial
La independencia judicial no está intrínsecamente vinculada al Poder Judicial, sino que radica en la integridad, los valores y los principios de cada juez. Este argumento se sustenta en que, en años previos, algunos ministros han emitido votos que desafían las decisiones del Poder Ejecutivo, lo que pone de manifiesto la capacidad individual de las personas juzgadoras para actuar según su propio criterio y convicciones.
5. Plazos expeditos
La reforma pretende abatir la impunidad mediante la instauración de plazos expeditos específicos para la resolución de casos, particularmente en el ámbito fiscal. Al acercarse el vencimiento del plazo, el juez deberá notificar al Tribunal sobre las causas de la demora o, en su defecto, señalar si no es posible emitir una resolución en el tiempo estipulado.
6. Tribunal de Disciplina Judicial
Se establece el Tribunal de Disciplina como un nuevo órgano independiente de la Suprema Corte, dotado de amplias facultades para investigar la conducta de los juzgadores y asegurar que sus resoluciones se ajusten a la ley. A diferencia de antes, cuando la presidencia de la Suprema Corte recaía en la misma persona que lideraba el Consejo de la Judicatura, las sanciones a los jueces han sido mínimas.
7. Derechos laborales
La reforma protege los derechos de todas las personas trabajadoras del Poder Judicial.
En conclusión, aunque esta reforma representa un avance significativo para saldar deudas históricas y transformar la percepción del derecho en México, no solucionará de inmediato los profundos problemas de injusticia que nos aquejan. Reitero lo que he dicho en diversas conversaciones: ninguna reforma ha logrado erradicar las complejidades de la justicia en nuestro país. Mientras no cultivemos una auténtica cultura de la legalidad y comprendamos que la justicia comienza con nuestras relaciones cotidianas, será imposible forjar un México verdaderamente justo y equitativo.