Mario Marín Torres, ex gobernador de Puebla, ha vuelto a su residencia en la ciudad de Puebla tras ser transferido del penal del Altiplano. El ex mandatario enfrentará su proceso judicial en arraigo domiciliario, una decisión dictada por la juez Segunda de Quintana Roo, Angélica del Carmen Ortuño, el pasado sábado.
La medida establece que Marín deberá permanecer en su domicilio, vigilado por un brazalete electrónico que permitirá a la Unidad de Supervisión de Medidas Cautelares monitorizar su ubicación y asegurar que no abandone el hogar. Además, se le ha confiscado su pasaporte y visa, prohibiéndole viajar fuera del país.
El regreso de Marín a su hogar, después de ser detenido en Acapulco en febrero de 2021 y posteriormente trasladado al penal del Altiplano, ha suscitado una fuerte reacción. La organización Artículo 19, que defiende a Lydia Cacho, la periodista que acusa a Marín de tortura, planea impugnar la decisión de la juez. Argumentan que el arraigo domiciliario presenta riesgos de fuga, dado que Marín podría recibir visitas que le permitan planear una evasión.
Luis Knapp, abogado de Artículo 19, destacó que la impugnación se presentará ante el Tribunal de Apelación de Quintana Roo antes del miércoles. La defensa de Cacho considera que la medida de arraigo es insuficiente y podría facilitar el escape del ex gobernador, quien ha declarado poseer recursos financieros provenientes de su actividad como notario y otros negocios.
DJ