Desde mediados del año pasado hasta la fecha, México se ha visto sacudido por un preocupante incremento en la violencia política, que proyecta una sombra ominosa sobre el próximo proceso electoral.
Según los registros, 25 aspirantes y candidatos han perdido la vida en medio de este clima de tensión política. Entre las víctimas, 10 pertenecían a Morena, cinco al PAN, tres a Movimiento Ciudadano, dos a la alianza PRI-PAN-PRD, dos al Verde, uno al PRD, uno al PRI y uno al PT.
Morena ha sido el partido más afectado por esta ola de violencia. No sólo se han contabilizado más asesinatos entre sus filas, sino que también ha registrado el mayor número de ataques dirigidos a sus miembros.
Los analistas atribuyen esta escalada de violencia a varios factores complejos. Entre ellos, destacan las posibilidades de triunfo de Morena en las próximas elecciones y la ausencia de “acuerdos” entre el crimen organizado y las fuerzas políticas.
Comparativamente, en 2018 se registraron veinticuatro asesinatos de precandidatos o candidatos de todas las fuerzas políticas. Esta cifra aumentó a 30 en 2021 y, con el proceso electoral actual aún en curso, parece probable que se supere este número en los próximos días.
Los informes de Data Cívica revelan una preocupante tendencia. Tan sólo en febrero de este año, se reportaron 58 eventos asociados con la violencia política en México, de los cuales 25 afectaron directamente a Morena. Además, durante ese mismo mes, siete precandidatos fueron asesinados, incluyendo a tres miembros del partido en cuestión.
›Según los expertos, la violencia política refleja una lucha de poder entre el crimen organizado y las instituciones democráticas del país. “En muchos lugares es el crimen decidiendo quién puede competir o no”, señala el exconsejero electoral, Luis Carlos Ugalde. Esta situación se agrava por la tendencia de los grupos delictivos a buscar alianzas con el partido político más poderoso en busca de influencia y protección.
Un ejemplo reciente de esta peligrosa dinámica es el asesinato de Gisela Gaytán, candidata de Morena a la alcaldía de Celaya, quien fue atacada a plena luz del día mientras realizaba actividades proselitistas.
Según el analista en seguridad, David Saucedo, este crimen fue resultado de la negativa de Gaytán a colaborar con el Cártel de Santa Rosa de Lima, que previamente la había amenazado.
“El Cártel de Santa Rosa de Lima, que es una organización con presencia fuerte en Celaya, la había amenazado apenas unas semanas antes y le había demandado colaborar con ellos. El gobierno municipal de Celaya tiene al frente al alcalde panista Javier Mendoza; el cártel lo identifica como su adversario, y trató de fortalecer un proyecto alterno (con Gaytán); sin embargo, la candidata rechazó esta asociación. Finalmente, el cártel contestó de la manera en que lo ha hecho en ocasiones previas, con un atentado que le costó la vida”, detalló en entrevista.
Aunque Saucedo también evaluó que Morena ha sido el partido más golpeado por el crecimiento y la fuerza de su movimiento en el país. “Lamentablemente, el número de asesinatos es proporcional a la expansión territorial que tienen los partidos, y en este caso ha sido Morena el que más crecido en últimos años”, dijo.
A pesar de ser el partido más afectado, el presidente Andrés Manuel López Obrador y los dirigentes del guinda han negado que la elección de 2024 sea violenta. Sin embargo, los hechos evidencian una situación preocupante que pone en riesgo la estabilidad democrática del país.
El asesinato más reciente es el de la candidata de Morena a la alcaldía de Celaya, Gisela Gaytán.