Desde las primeras horas de la madrugada, la tensión se apoderó de las inmediaciones de la Cámara de Diputados en la Ciudad de México. A las 4:00 a.m., trabajadores del Poder Judicial se congregaron en los alrededores del recinto legislativo, formando una cadena humana y bloqueando todas las vías de acceso. El objetivo de los manifestantes es impedir que los legisladores discutieran la controversial reforma judicial promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La protesta no fue casual ni improvisada. Voceros del movimiento señalaron que más de 600 trabajadores participaron en el bloqueo, con la esperanza de sumar aún más personas a lo largo del día. Los manifestantes cerraron tanto los accesos peatonales como vehiculares de la Cámara, generando caos en avenidas importantes como Congreso de la Unión, Eduardo Molina y Emiliano Zapata. La convocatoria para los diputados era ingresar al recinto a las 6:00 a.m., pero los manifestantes estaban decididos a impedirlo.
Patricia Aguayo, vocera del movimiento, expresó con firmeza: “No van a sesionar en este lugar, la Cámara de Diputados está cerrada”. Con esta acción, los trabajadores buscan frenar el avance de la reforma judicial, ante una mayoría calificada de Morena y sus aliados que pretende aprobar la propuesta del Ejecutivo.
Cabe señalar que la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México desplegó un operativo de seguridad en la zona, colocando vallas y patrullas para contener a los manifestantes; sin embargo, la determinación de los trabajadores del Poder Judicial es clara: no permitirán que la discusión de la reforma inicie sin ser escuchados primero. La protesta surge después de semanas de intentos fallidos por establecer un diálogo con los legisladores de Morena.
Entre consignas y carteles, los manifestantes exigen que se respeten sus derechos y se escuchen sus voces en el debate sobre una reforma que consideran perjudicial para la justicia en el país. DJ