Tras las gotas: Por qué las lluvias prefieren las tardes y noches

En muchas regiones del mundo, es común observar patrones climáticos donde las lluvias tienden a ocurrir con mayor frecuencia durante las tardes y noches, este es al caso de varias de las capitales del país como la Ciudad de México. Los capitalinos saben que cuando se pronostica un días lluvioso, saben que deben apurarse a realizar sus actividades por la mañana debido a que por la tarde será la lluvia.

Este fenómeno no es solo cuestión de casualidad, sino que está arraigado en procesos naturales clave que regulan el ciclo del agua y la dinámica atmosférica. Por eso te explicamos por qué llueve más en las tardes y noches que en las mañanas.

Cuando el sol calienta la tierra, el aire caliente se eleva y forma nubes que, más tarde, desatan su furia en forma de lluvia. Así que sí, ese chaparrón vespertino tiene mucho que ver con el sol de la mañana.

La convección no es solo un término de física aburrido. Durante el día, el aire se mueve y mezcla, preparando el terreno para que las tormentas nocturnas nos sorprendan con su espectáculo de relámpagos y truenos.

Por la noche, la atmósfera se estabiliza y la humedad se acumula. Es como si el clima se estuviera preparando para un show de lluvia bajo las estrellas. Y no, no es coincidencia. Los lagos y las presas juegan un papel crucial. Por la mañana, el sol los calienta y el agua se evapora, subiendo hacia las nubes. Y sabes lo que pasa después: ¡lluvia!

Ahora que entiendes el porqué de este drama meteorológico, la próxima vez que te mojes por la tarde, al menos sabrás que es parte del gran ciclo del agua que hace posible nuestra vida en este planeta. DJ