Estados Unidos condenó este martes “el uso de la fuerza contra funcionarios de la embajada” de México en Ecuador, tras el reclamo del presidente Andrés Manuel López Obrador por su inicialmente tibia reacción al asalto que lo llevó a romper relaciones con Quito.
Apenas unas horas después de la crítica del mandatario tabasqueño, el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, condenó esta violación de la Convención de Viena de 1961 sobre la inviolabilidad de las sedes diplomáticas.
Según Sullivan, “el gobierno ecuatoriano ignoró sus obligaciones bajo el derecho internacional como Estado anfitrión de respetar” ese principio y “puso en peligro los fundamentos de las normas y relaciones diplomáticas básicas”.
En la conferencia mañanera de este martes, López Obrador consideró “ambiguos” los pronunciamientos de Estados Unidos y Canadá, al tiempo que presentó imágenes inéditas de la incursión policial para capturar al asilado exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, acusado de corrupción.
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En ese video se ve cómo policías con armas largas apuntan al diplomático Roberto Canseco y lo arrastran agarrado del cuello la noche del pasado viernes. También, el momento en que se llevan a Glas alzado y aparentemente esposado.
“Hemos revisado las imágenes de las cámaras de seguridad de la embajada de México y creemos que estas acciones han sido un error”, apuntó Sullivan.
Inicialmente, el Departamento de Estado condenó “cualquier violación” de la Convención de Viena y llamó a México y Ecuador a resolver sus diferencias “conjuntamente”.
“Tememos por su vida”
El presidente mexicano tildó de “ambiguos” este pronunciamiento y el de Canadá -que se refirió a la “aparente” violación de la inmunidad diplomática- y dijo que echaba en falta una reacción directa de su homólogo estadounidense, Joe Biden.
Por ello había instado a ambos países -sus socios en el poderoso bloque comercial T-MEC- a “pronunciarse abiertamente”, descartando que esta situación pueda afectar las relaciones.
Pero si esta “violación” no se denuncia y si no “se respetan” los tratados internacionales desaparece el “respeto a la soberanía, ya es la ley del más fuerte”, advirtió.
En tanto Glas, de 54 años, retornó este martes a una prisión de alta seguridad de Guayaquil (suroeste), tras ser hospitalizado el lunes por una descompensación que sufrió al negarse a comer durante 24 horas, según las autoridades ecuatorianas.
Su captura, horas después de haber recibido asilo político, condujo a México a romper relaciones con Ecuador y a anunciar una demanda contra el país sudamericano ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
La incursión policial fue condenada por una treintena de países y siete organismos mundiales y regionales como Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA), donde se trató el tema este martes a petición de Ecuador, que considera ilegal el asilo concedido a Glas.
La actitud de México “socava y desnaturaliza la figura del asilo diplomático” al concederlo “a un condenado y prófugo de la justicia ecuatoriana promoviendo la impunidad”, acusó el viceministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Alejandro Dávalos ante la OEA.
En la sala no se encontraba ningún representante de la delegación mexicana, que muy probablemente acudirá a la sesión prevista el miércoles por la mañana, esta vez convocada por Colombia y Bolivia.
Los abogados de Glas denuncian que no lo han podido ver porque permanece aislado.
“Tememos por su vida”, afirmó este martes el eurodiputado español Manu Pineda en el Parlamento Europeo junto al expresidente ecuatoriano Rafael Correa, de quien Glas fue vicepresidente.
El exmandatario (2007-2017), también condenado por corrupción y exiliado en Bélgica, pidió una “respuesta fuerte” de la comunidad internacional.