Un informe reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) plantea la posibilidad de que China esté detrás del aumento global de una nueva y peligrosa enfermedad: la supergonorrea.
Según este reporte, que vio la luz esta semana, aproximadamente el 98 % de las muestras bacterianas obtenidas de pacientes con Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) en 13 provincias chinas han demostrado ser capaces de evadir con éxito uno de los antibióticos de primera línea.
Los datos en los que se respaldan son que, de las más de 2 mil 800 muestras bacterianas recogidas de pacientes con gonorrea en China durante 2022, casi la totalidad, alrededor del 98 %, mostraron resistencia al fármaco ciprofloxacino; mientras que aproximadamente el 78 % resistió al tratamiento con penicilina.
Además, alrededor del 17 % de las muestras demostraron ser resistentes a la azitromicina y a la cefixima, mientras que un 8 % resultaron inmunes a la ceftriaxona, un porcentaje muy superior al registrado en otros países.
Aunque los casos de supergonorrea resistente a los antibióticos no son una novedad, la magnitud del problema en China es alarmante, con tasas hasta 40 veces superiores a las registradas en otros países como Estados Unidos, Reino Unido y Canadá.
Por ejemplo, en el Reino Unido en 2022 solo un 0,2 % de las muestras mostraron susceptibilidad reducida a la ceftriaxioma, una cifra similar a la registrada en Estados Unidos entre los años 2016 y 2020. Mientras tanto, en Canadá, la resistencia a este mismo antibiótico fue de alrededor del 0,6 % entre 2017 y 2021. DJ