Aunque tras la pandemia de Covid, Estados Unidos experimentó un ligero repunte de nacimientos, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, el país registró 3.6 millones de bebés el año pasado, 76 mil menos que el año anterior.
Esta es la cifra más baja que se ha registrado desde 1979, y corresponde a una tendencia que se había observado por más de 10 años. Este ritmo a la baja en los nacimientos se agudizó durante la emergencia sanitaria por el coronavirus, y aunque durante 2021 y 2022 los números se dispararon –probablemente debido a que las parejas esperaron al fin de la pandemia para planear un embarazo–, esta nueva caída significa la vuelta al ritmo a la baja.
“Los números de 2023 indican que el repunte ha terminado y estamos de vuelta en las tendencias en las que estábamos antes”, confirmó a medios de comunicación Nicholas Mark, investigador de la Universidad de Wisconsin.
Algo a destacar en este esperado descenso en los nacimientos es la edad de las mujeres embarazadas. Hasta antes de la pandemia, se había observado que las mujeres jóvenes y adolescentes reportaban cada vez menos embarazos, mismos que aumentaban en las mujeres de 30 a 40 años. Sin embargo, en esta ocasión, la tasa de natalidad bajó para todas las mujeres menores de 40, mientras que en las que superan esta edad, el número se mantuvo estable, aunque la mayoría de los grupos étnicos y raciales reportaron descensos.
Únicamente las mujeres hispanas registraron un aumento de embarazos, aunque cifra reportada fue de uno por ciento.
Brady Hamilton, autor principal del reporte de los CDC, detalló que, si bien podría haber un ajuste en los datos, no es probable que se supere el declive en los nacimientos que se ha mostrado.
Más allá del crecimiento de la población, un descenso en los nacimientos en Estados Unidos afecta en diversas decisiones políticas. Una de ellas es la regulación de la interrupción del embarazo: se estima que cerca de la mitad de los embarazos son no planeados, por lo que los límites al aborto podrían repercutir en este hecho.
Entre los motivos que se barajean para explicar el descenso en la natalidad se encuentran el costo de la vivienda, la seguridad laboral y el cuidado de los niños, entre otros.
Pero cabe destacar que incluso con estas cifras, Estados Unidos se mantiene en la lista de países con una tasa de fertilidad que garantiza que cada generación tendrá niños suficientes para sustituirla.