Entre 2021 y 2023 aumentó la vulnerabilidad de las personas frente a desastres climatológicos y otras crisis, señala el Índice de Resiliencia de la Encuesta Mundial de Riesgos 2024.
Según el informe “Resiliencia en un mundo cambiante”, elaborado por la Fundación Lloyd’s Register, especializada en análisis de riesgos, cuatro de cada 10 personas en el mundo, equivalentes al 43% de la población, reconocieron que no pueden hacer nada para protegerse ante una situación de desastre.
La tercera entrega de este informe, con base en 147 mil personas encuestadas en 142 países respecto a cómo experimentan y perciben el riesgo, arrojó que en más de un tercio de los países encuestados se registraron “disminuciones significativas” en la resiliencia individual desde 2021.
En la opinión de Nancy Hey, directora de evidencia y conocimiento de la Fundación Lloyd’s Register, las caídas en la resiliencia individual, que suele estar conectada con la resiliencia familiar, son una señal para que los encargados de las políticas públicas intervengan a fin de prevenir caídas más generalizadas en la resiliencia general.
“Sin embargo, esta conexión también sugiere una oportunidad para que más gobiernos mejoren la resiliencia individual al priorizar y apoyar la planificación familiar ante desastres”.
Aumentan riesgos
Si bien la resiliencia en general se mantuvo estable a nivel mundial entre 2021 y 2023, a nivel individual reflejó caídas en 42 naciones.
Casi un tercio de las personas entrevistadas (30%) alrededor del mundo que sufrieron un desastre en los últimos cinco años no recibieron ni una sola advertencia.
En ese sentido, el estudio de la organización benéfica de seguridad global indica que la proporción de las personas que experimentó un desastre relacionado con un peligro natural en los últimos cinco años, principalmente por una mayor experiencia de inundaciones, pasó de 27 a 30 por ciento, entre 2021-2023.
Sin embargo, alrededor del 77% de las personas que no fueron advertidas aseguraron contar con un teléfono móvil, “lo que presenta una importante oportunidad para invertir en sistemas de alerta temprana de transmisión móvil/celular”, indica el informe.
Urge mejorar alertas
Sobre ese punto, George Karagiannis, director del Programa de Riesgo y Resiliencia de Resilience Rising, reiteró que los sistemas de alerta temprana eficientes son los que salvan vidas.
“Las advertencias anticipadas no solo permiten evacuaciones más rápidas, sino que también son cruciales para fomentar la confianza en los gobiernos y ayudar a hogares e individuos a sentirse mejor preparados antes de que ocurra un desastre”.
El informe destaca que, si bien la tasa general de recepción de alertas tempranas no reflejó cambios respecto a 2021 y han aumentado las alertas tempranas digitales, “todavía hay un gran margen para aumentar la cobertura de estos sistemas que priorizan lo digital, así como para reducir las desigualdades persistentes en el acceso a los mismos.
En el caso de México si bien se ubicó más resiliente en comparación de países como Panamá, Bolivia, Brasil, Perú, Honduras y Venezuela, entre otros; en el ranking se ubicó con un porcentaje de resiliencia menor al de naciones como Paraguay, Chile, Costa Rica, Nicaragua, Estados Unidos y El Salvador, enttre muchas otras.
JND