Iniciado de manera solemne a principios de mayo en Marsella, el relevo de la llama olímpica se ha visto eclipsado por los sobresaltos políticos en Francia. El paso por París el domingo y el lunes puede servir para reavivar el entusiasmo olímpico en la ciudad.
El recorrido de la llama fue diseñado además para que el fuego encendido en Olimpia (Grecia) esté en la ciudad-sede de los Juegos este 14 de julio, fiesta nacional francesa.
Este paso de dos días será un aperitivo para los parisinos antes de que el fuego termine definitivamente su relevo el 26 de julio, día de la ceremonia de apertura olímpica, y quede alumbrando el pebetero situado en los Jardines de las Tullerías, a un paso del museo del Louvre.
En su recorrido de domingo y lunes, el relevo pasará por algunos de los monumentos más emblemáticos de la ciudad: Panteón, Notre-Dame, plaza de la Bastilla, Museo Pompidou, Sagrado Corazón, Arco del Triunfo...
En total serán 540 relevistas, que efectuarán tramos de 200 metros cada uno, para presentar a los habitantes de París y a los visitantes el fuego que simboliza los Juegos Olímpicos.
El relevo se acompaña de otros actos festivos, con conciertos, corales y animaciones diversas.
Entre los relevistas habrá ciudadanos desconocidos pero también numerosas personalidades, del deporte pero también de la cultura.
Thierry Henry, primer relevista
La llama iniciará su recorrido el domingo durante el desfile militar del 14 de julio, escoltada por jinetes y por Thibaut Vallette, campeón olímpico en equitación en Río-2016.
Será luego Thierry Henry, seleccionador del equipo francés olímpico masculino de fútbol, el encargado de hacerla salir de los Campos Elíseos.
Empezará ahí un recorrido por la ciudad, primero de la Asamblea Nacional hasta la catedral de Notre Dame, pasando por el Senado y la universidad de la Sorbona, antes de poner rumbo hacia el norte de la ciudad y luego volver al centro.
En el final del día, la llama llegará al Hôtel de Ville, el ayuntamiento de la ciudad, antes de los tradicionales fuegos artificiales del 14 de julio en la torre Eiffel.
El Campo de Marte no será accesible este año al público para seguir los fuegos artificiales por ser lugar de sedes de competición de los Juegos. La alcaldía de París ha insistido en los últimos días que el espectáculo solo será visible de lejos o por televisión.
La llama dormirá la noche del domingo al lunes en los salones dorados del Hôtel de Ville y el lunes realizará otro paseo por París.
En ese periplo pasará por ejemplo por el barrio de Montmartre. Después del Sagrado Corazón, el relevo bajará hacia el Moulin Rouge, donde las bailarinas la saludarán con su ‘French Cancan’.
Olvidar la situación política
Desde su llegada a Marsella el 8 de mayo, la llama olímpica ha tenido un gran éxito popular en Francia, reuniendo a unos 5 millones de espectadores en su recorrido.
Sin embargo, la disolución de la Asamblea Nacional el 9 de junio “hizo desaparecer los Juegos Olímpicos de la actualidad” francesa, estima David Roizen, experto en los Juegos Olímpicos para la Fundación Jean Jaurès.
Francia estuvo inmersa en unas elecciones legislativas, con una primera vuelta el 30 de junio y una segunda el 7 de julio.
Diversos expertos consideran que ahora los Juegos Olímpicos pueden servir de escapatoria a los franceses ante la actualidad política.
“Para muchos franceses que están preocupados, o que lo han estado, los Juegos suponen una especie de pausa, de divertimento, antes de que después los asuntos serios vuelvan a la actualidad”, estima Paul Dietschy, historiador del Deporte en la Universidad del Franco-Condado. MAAZ