La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024 desató una tormenta de controversias globales tras una interpretación artística que ha sido comparada con una parodia de la "Última Cena”, el icónico fresco de Leonardo da Vinci. La representación, que incluyó a drag queens, un modelo transgénero y un cantante semidesnudo pintado de azul, fue destinada a expresar un mensaje sobre la tolerancia y la diversidad; sin embargo, la ejecución ha generado una ola de reacciones y críticas severas desde diversos sectores.
The interpretation of the Greek God Dionysus makes us aware of the absurdity of violence between human beings. #Paris2024 #OpeningCeremony pic.twitter.com/FBlQNNUmvV
— The Olympic Games (@Olympics) July 26, 2024
El espectáculo de apertura mostró una adaptación moderna de la "Última Cena”, con drag queens interpretando a los apóstoles y una DJ en el papel de Jesús. La ceremonia, que se transmitió a nivel mundial, pretendía abordar temas de inclusión y diversidad. Thomas Jolly, director artístico del evento, defendió la actuación afirmando que el objetivo era celebrar la diversidad y promover la tolerancia. A pesar de estas intenciones, la representación ha sido ampliamente criticada por ser considerada una ofensa a valores religiosos profundamente arraigados.
Reacciones internacionales y consecuencias
La respuesta a la representación no se hizo esperar. La Conferencia Episcopal Francesa expresó su rechazo a la “burla y escarnio del cristianismo”, condenando la representación por su falta de respeto hacia los cristianos en todo el mundo. “Nuestros pensamientos están con todos los cristianos que se han sentido heridos por esta provocación”, señalaron los obispos en un comunicado oficial.
La controversia también tuvo un impacto significativo en el ámbito corporativo. C Spire, una empresa de telecomunicaciones estadounidense, anunció la retirada de su campaña publicitaria de los Juegos Olímpicos, citando la “ofensiva e inaceptable burla de la Última Cena” como la razón de su decisión. Suzy Hays, directora general de la compañía, reiteró el compromiso con el respeto hacia todas las creencias religiosas y criticó la representación por su “irrespetuosidad”.
Wtf is going on at the Olympics opening ceremony? pic.twitter.com/rWIjH8ZVwP
— Harrison Faulkner (@Harry__Faulkner) July 26, 2024
La polémica trascendió a la política internacional. Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, calificó la actuación como “chocante e insultante”, destacando una creciente preocupación por la manera en que se están abordando los valores tradicionales en eventos globales. En Serbia, el viceprimer ministro Aleksandar Vulin comparó el espectáculo de París con el de los Juegos del BRICS, sugiriendo que el evento parisino reflejaba una decadencia cultural en comparación con el de Kazán.
Además, figuras destacadas como Elon Musk y la eurodiputada francesa Marión Meréchal también se unieron a las críticas. Musk describió la exhibición como “extremadamente irrespetuosa” hacia los cristianos, mientras que Meréchal consideró que la actuación no representaba a Francia, sino a una “minoría de izquierda” provocadora.
El Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de París 2024 ofreció disculpas por la controversial representación artística como parte de la ceremonia de apertura, que fue interpretada como una aparente parodia de la 'Última Cena’, el fresco de Leonardo da Vinci que recrea la escena bíblica de Jesucristo y sus doce apóstoles antes de la crucifixión. La organización subrayó que no hubo intención de ofender a ningún grupo religioso y destacó que la performance buscaba celebrar la tolerancia social. DJ