Orangután se cura una herida con planta medicinal

22 de Noviembre de 2024

Orangután se cura una herida con planta medicinal

Orangután se automedica

Herida facial de Rakus macho adulto con bridas (foto tomada dos días antes de aplicar la malla vegetal a la herida).

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Armas / Suaq Project

Imagen de la herida facial de Rakus, macho adulto con bridas, tomada dos días antes de que él aplicara la curación.
Foto: Armas / Suaq Project

Por primera vez se documentó que un gran simio, o cualquier otro animal, utilizó una planta medicinal para curar una herida

Después de sufrir una herida en la cara, Rakus, un orangután macho de Sumatra, masticó hojas de una planta trepadora y se aplicó la jugosa pasta resultante en diversas ocasiones. Por la medicina tradicional humana local, se sabe que esta planta, conocida como akar kuning (Fibraurea tinctoria), tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas.

La experiencia de Rakus, dada a conocer en un estudio publicado hoy en la revista Scientific Reports, es la primera documentada de un animal que trata una herida con una planta curativa; aunque desde hace tiempo se han reportado que los grandes simios ingieren plantas específicas para tratar infecciones por parásitos y que se frotan la piel con material vegetal para tratar dolores musculares.

El estudio, dirigido por Caroline Schuppli e Isabelle Laumer del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal y en el que participaron biólogos cognitivos y evolutivos de la Universitas Nasional de Indonesia, se llevó a cabo en Suaq Balimbing, que es un área protegida de selva tropical en Indonesia que alberga aproximadamente 150 orangutanes de Sumatra en peligro crítico.

El tratamiento de Rakus

Akar kuning es una de las especies de lianas de los bosques tropicales del sudeste asiático que son conocidas por sus efectos analgésicos y antipiréticos y que se utilizan en la medicina tradicional para tratar diversas enfermedades, como la malaria .

Los análisis que se han hecho han encontrado compuestos químicos que tienen actividades antibacterianas, antiinflamatorias, antifúngicas, antioxidantes y otras actividades biológicas relevantes para la cicatrización de heridas”, dice Isabelle Laumer en un comunicado.

Rakus comenzó a aplicarse el tratamiento tres días después de que probablemente se la hizo, en una pelea con otro macho. Las observaciones realizadas durante los días siguientes no mostraron ningún signo de infección de la herida y después de cinco días la herida ya estaba cerrada, detalla el comunicado.

“Rakus también descansó más de lo habitual cuando fue herido. El sueño afecta positivamente a la cicatrización de heridas, ya que durante el sueño aumentan la liberación de la hormona del crecimiento, la síntesis de proteínas y la división celular”.
Isabelle Laumer, primera autora del estudio.