Hasta ahora, sólo se sabía que humanos, delfines y elefantes tenemos la avanzada capacidad cognitiva de ponernos nombres; mientras que los primates no humanos parecían carecer por completo de esta capacidad. Sin embargo, ahora sabemos que al menos los monos titís, o marmosetas comunes, también se ponen nombres.
Resulta curioso que la capacidad de nombrarse no haya sido descubierta en nuestros parientes evolutivos más cercanos, los grandes monos antropoides africanos, sino en esta especie, Callithrix jacchus, de monos endémicos de las selvas del este de Brasil que miden menos de 20 centímetros y pesan alrededor de un cuarto de kilo.
Pero, como muchos animales, los monos titís son conocidos por tener diferentes tipos de gestos y de vocalizaciones para comunicarse. En particular, las phee calls (o llamadas fi) habían sido identificadas como llamadas con las que atraen pareja, mantienen el grupo unido y buscan a integrantes perdidos del mismo.
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La investigación, publicada este jueves en la revista Science y hecha por un equipo de la Universidad Hebrea, encontró que en esas phee calls van incluidos llamadas específicas para cada individuo, y que estos responden de manera más “consistente y correcta” cuando son aludidos.
Para qué quieren los nombres
El equipo de investigación grabó “conversaciones” naturales entre pares de titís, así como interacciones entre monos y sonidos emitidos por un sistema computarizado. Esto permitió detectar las etiquetas vocales que utilizan los titíes de formas similares a como los humanos usamos los nombres, y también utilizarlas para probar sus reacciones.
Por medio de un comunicado, el equipo de investigación señala que creen que el etiquetado vocal puede haber evolucionado porque ayuda a los titíes a mantenerse conectados en su denso hábitat de selva tropical, donde la visibilidad a menudo es limitada.
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“Los titíes viven en pequeños grupos familiares monógamos y cuidan juntos de sus crías, de forma muy similar a como lo hacemos los humanos”, dice David Omer, líder del equipo. “Estas similitudes sugieren que se enfrentaron a desafíos sociales evolutivos comparables a los de nuestros primeros antepasados prelingüísticos, lo que podría haberlos llevado a desarrollar métodos de comunicación similares”.
ML