De boca en boca, la empresa Inverforx logró ser considerada en 2022 como una opción confiable para invertir. Los planes que ofrecía parecían sacados de otra realidad y se volvían irresistibles por los rendimientos que garantizaban a los clientes, que iban del 20 al 80%, superiores a los de los bancos y a los Cetes.
Inverforx pintaba el escenario idóneo para quien anhelaba ver crecer su dinero en corto tiempo, pero el sueño se acabó rápido y se convirtió en pesadilla: el dinero se esfumó. El modus operandi consistía en entregar a los clientes altos rendimientos en sus primeras apuestas, esa era “la muestra” de que se trataba de un esquema de inversión serio, detallan abogados de las víctimas. Las y los inversores no depositaban más de 10 mil pesos, pero duplicaban su dinero en cuatro o siete meses. Una vez convencidos, entregaban a la empresa todo lo que tenían a su alcance y el dinero ya no volvía.
Inverforx se vende en la web como un grupo financiero especializado en inversión confiable y seguro; sin embargo, actualmente enfrenta denuncias masivas de fraude. Según el acta constitutiva, Inverfox fue legalmente fundada en 2019 bajo la razón social Strategic Capital Agency como una Sociedad Anónima Promotora de Inversión (SAPI) y los socios son Luis Alberto Pérez Zamorano (que cuenta con el 80% de las acciones) y su madre, Lilia Zamorano Romero (que sólo tiene el 20% restante).
Pese a que Inverforx sólo operaba físicamente en 11 ciudades, los afectados están distribuidos en todos los estados de México y en países como Estados Unidos, Bolivia y Argentina. De manera individual, los clientes invirtieron sumas de 50 mil hasta 70 millones de pesos, sin que recibieran un solo centavo de regreso, según reveló en entrevista para La-Lista el abogado Édgar Gutiérrez, que representa a 200 denunciantes y que estima, de manera conservadora, que el fraude ha afectado a unas dos mil personas en total.
Desde finales de 2022, Inverforx suspendió una buena parte de los pagos. Los clientes decidieron acudir a las oficinas a buscar respuestas, pero las encontraron cerradas. Y tras agotar sus recursos de negociación, prefirieron echar mano de las redes sociales para reclamar su dinero y evidenciar la operación de esta empresa.
La-Lista buscó a Luis Alberto Pérez Zamorano para incluir su postura sobre los hechos, pero hasta el cierre de esta edición no fue localizado.
Jessica y Edith son dos mujeres que le confiaron su dinero a Inverforx y que no han recuperado su inversión inicial o alguna clase de rendimiento. Estas son sus historias:
Si no fuera por mis padres, viviría en la calle
Jessica le confió a Inverforx un millón de pesos. La trabajadora de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) explica que la empresa de Pérez Zamorano se volvió muy popular en su centro de trabajo.
Jessica fue enganchada desde agosto de 2018. La primera vez que hizo tratos con Inverforx, la empresa aún no se constituía ante la ley, pero presuntamente ya operaba a través de cuentas bancarias personales (lo que era una irregularidad). En agosto de 2018, depositó a una compañera de la oficina cinco mil pesos y en noviembre de 2019 recibió 14 mil 900 de vuelta.
Después, en 2021, accedió a invertir 30 mil pesos, que finalmente se convirtieron en 53 mil, en un plazo de apenas siete meses. Ese resultado orilló a Jessica a tomar una decisión determinante en marzo de 2023: invertir la mitad de su préstamo de casa (450 mil pesos), que consiguió tras 15 años de trabajar en CFE, y solicitar un préstamo al banco de 550 mil, con el que pudiera completar el millón. “Yo tenía la idea de que iba a poder pagar ambos préstamos en el corto plazo y no me preocupé por los intereses”, explica Jessica.
En noviembre de 2023, Jessica se enteró de la “contingencia en Inverforx” y quedó hundida en un serio problema económico que la obligó a regresar a la casa de sus papás.
“De no ser por mis padres estaría en la calle, porque me quedan mil 200 pesos libres a la catorcena. Ya no me alcanzaba para pagar la luz, el agua, el internet, la despensa y además las deudas”, lamenta.
Retraso en la jubilación
Edith de la Paz, de 55 años, tenía planeado jubilarse a los 60. La mujer que ahora vive en el Estado de México ahorró casi un lustro para organizar sus aportaciones voluntarias y alcanzar el retiro con el que siempre soñó. Junto a su contador, había hecho todos los cálculos y el plan estaba por concretarse, pero Inverforx se interpuso en su camino.
El hermano de Edith fue el primero en invertir en la empresa de Luis Pérez Zamorano. A sugerencia de un familiar, depositó 50 mil pesos y en siete meses recibió su capital y una ganancia del 16%. Eso convenció a Edith de participar.
“Nos decían que Inverforx invertía en oro, plata, litio y en materias primas como trigo o azúcar. Y que muy rara vez tenían pérdidas”, recuerda De la Paz.
El 15 de diciembre de 2022, Edith depositó 150 mil pesos, ya que un asesor financiero le había ofrecido una tasa de retorno del 54% a nueve meses y en febrero de 2023, antes de que venciera el primer plazo, transfirió 200 mil. En total, entregó a Inverforx 350 mil pesos.
“Todo me sonaba coherente y los vendedores finalmente tienen una gran labia”, comparte.
Cuando Edith reclamó su primera ganancia, se dio cuenta que las cosas no andaban bien y en el mes de octubre de 2023, finalmente descubrió “la farsa”.
En una llamada telefónica, el asesor reconoció que Inverforx no tenía fondos suficientes para cumplir el contrato.
Entre una inversión y otra, Edith De la Paz perdió su trabajo. El desempleo empeoró la incertidumbre y finalmente un golpe anímico terminó con la excelente salud que había tenido hasta ese momento.
“Yo perdí el departamento donde estaba viviendo, ya no pude pagar la renta y como ellos tenían todos mis ahorros, tuve que mudarme a la casa familiar. En diciembre, me empecé a sentir rara y fui a ver al doctor, que me revisó y me diagnosticó estrés postraumático y depresión”, explica.
¿Devolución?
Jessica y Edith demandaron por razones distintas. Mientras que la primera ha perdido todas sus esperanzas en recuperar su dinero, la segunda se aferra a ese escenario.
Pero ambas coinciden en que la demanda legal puede llevar a Luis Alberto Pérez Zamorano y todos sus cómplices ante la justicia.