Además de solicitar el voto, la propaganda que repartían de mano en mano los candidatos de la “sombreriza” en Uruapan incluía una leyenda: “Esta hoja tiene vida, siémbrala, riégala y nacerá vida”.
Así, mientras los aspirantes de los partidos políticos distribuían basura, los candidatos independientes de este lugar ofrecían la esperanza para mejorar el medio ambiente, pues a la vuelta de algunas semanas, los trípticos se podían convertir en plantas de zanahorias, arándanos o germen de trigo.
Este cambio de discurso y forma de acercarse a los votantes fue uno de los factores que ayudaron al triunfo de los candidatos del Movimiento del Sombrero en Uruapan, la segunda ciudad más poblada e industriosa de Michoacán.
El pasado 2 de junio, cuatro aspirantes sin partido de Uruapan ganaron elecciones federales y locales, todo un fenómeno, si se considera que la alianza Morena-Verde-PT, con sólida presencia en la entidad, se convirtió en un tsunami que arrasó con los partidos de oposición a escala nacional y estatal.
En entrevista con ejecentral, los cuatro ganadores —una diputada federal, dos diputados locales y un presidente municipal— atribuyeron el éxito de la “sombreriza” al desdén de las autoridades, las cuales minimizaron, dicen, los problemas de la inseguridad, el desabasto de medicamentos y la destrucción del entorno natural.
“Son varias las circunstancias que se dieron para el auge de la sombreriza”, afirma Carlos Bautista Tafolla, candidato independiente que ganó el distrito 20 local de Uruapan.
“La primera es el hartazgo, porque había personas que llevaban hasta nueve años en el cargo y no habían hecho absolutamente nada. Estábamos realmente rendidos ante la corrupción”, enfatiza.
“¿Qué quiere decir esto? Que todos los policías, todos los tránsitos andaban robando con charola. Entonces, había un cansancio de la población con el tema de la extorsión”, agrega.
Ante las evidencias de que policías municipales extorsionaban a transportistas, comerciantes y taxistas, los integrantes del Movimiento del Sombrero se organizaron para colocar retenes y vigilar a los patrulleros, y así disuadir las malas prácticas.
Hubiera sido ilógico solicitar recursos o transporte al gobierno municipal, encabezado por el morenista Ignacio Campos —quien fracasó en su intento de reelección ante el independiente Carlos Alberto Manzo—, por lo que realizaron colectas para comprar las camionetas que transportaban a los centinelas de los policías locales.
Asimismo, frente al desabasto de fármacos en el municipio, la “sombreriza” se organizó para recaudar medicamentos sin caducar e instalar farmacias gratuitas; se organizó además para buscar donaciones y ofrecer consultas médicas sin costo para los sectores más vulnerables.
El factor Morelia
El fenómeno de las mujeres y hombres de los sombreros en Uruapan tiene como antecedente inmediato el movimiento de los candidatos independientes de Morelia, encabezado por Alfonso Martínez Alcázar, en 2015.
Ese año, Martínez Alcázar no logró obtener la candidatura a presidente municipal de la capital michoacana por el Partido Acción Nacional, por lo que decidió poner fin a décadas de militancia en el blanquiazul y se postuló por la vía independiente.
Ganó las elecciones y se convirtió en el primer aspirante sin partido en conseguir el puesto. Tres años después, Martínez buscó repetir la hazaña, pero fue superado por el morenista Raúl Morón. Después de ese descalabro, volvió a las filas del PAN, con cuyas siglas ha ganado dos veces, en 2021 y 2024, la presidencia municipal de Morelia.
El analista político Mario Alberto Hernández apunta que la inacción de las autoridades ante el fenómeno de la violencia fue un catalizador para el surgimiento de los aspirantes independientes.
“En Uruapan, entre el 2023 y el 2024 han asesinado casi a 30 taxistas e, incluso, han prendido fuego a sus bases. Hay un problema muy grave de violencia en contra de los transportistas. ¿Qué ha dicho el presidente municipal de Uruapan de eso? Absolutamente nada”, refiere el investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
“Hay presencia de grupos del crimen, un problema creciente de drogas, extorsiones y represión, pero las autoridades dicen que las cosas están bien. En este contexto, la figura de los independientes surge como una especie de válvula de escape para las demandas de los ciudadanos y comienza a crecer el apoyo social”, agrega Hernández.
Con sus más de 350 mil habitantes, Uruapan está entre las ocho ciudades del país con mayor percepción de inseguridad, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi, sólo superado por Fresnillo, Zacatecas, Tapachula, Ciudad Obregón, Cuernavaca, Naucalpan y Chilpancingo.
En su edición del pasado 18 de abril, la encuesta arrojó que 85.8% de los habitantes del municipio se siente inseguro, principalmente por el cobro de piso a productores, toma de caminos y constantes enfrentamientos armados entre grupos de la delincuencia organizada.
De acuerdo con el presidente municipal saliente de Uruapan, Ignacio Campos, en el territorio operan cuatro bandas criminales, que se disputan las rutas de trasiego de drogas y el negocio de la extorsión a empresarios: Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Caballeros Templarios, Los Viagras y Cárteles Unidos.
La economía de Uruapan está basada en la producción de aguacate, higo, piña, guayaba y mango, además de aceites vegetales, por lo que el asedio de los grupos delincuenciales repercute en el precio de los productos y en las cadenas de producción.
Rostros independientes
Lupita Arias es la primera mujer que llegará a la Cámara de Diputados federal por la vía independiente. Tiene 43 años, es madre de tres hijos y entre sus méritos está haber puesto fin a la violencia familiar que sufría.
Tras abandonar a una pareja golpeadora, Arias puso un salón de belleza, más tarde instaló un taller de costura y con el tiempo se convirtió en activista por los derechos humanos, la agenda feminista, las personas de la tercera edad y contra el maltrato animal.
Fue tal la red de apoyos que llegó a tejer, que en 2021 se le acercó el Partido Verde para postularla como candidata a diputada federal, aunque no tuvo la mejor de las suertes. Y para este año, de la mano del Movimiento del Sombrero y de su dirigente, Carlos Manzo, se postuló como aspirante independiente y ganó.
“Aquí no hubo ninguna Cuarta Transformación”, dice Arias cuando se le pregunta por qué los votantes dejaron de ver a Morena y se fijaron en ella. “La gente tenía necesidades y nadie la escuchó, terminó desesperándose. ¿Qué dijeron? Pues vamos con las personas del sombrero, que sí están trabajando”, reflexiona.
Para convertirse en candidata independiente, Arias tuvo que cumplir con el requisito de reunir siete mil firmas en menos de tres meses, lo que lejos de ser un obstáculo, le sirvió para darse a conocer ante los ciudadanos y presentarles sus propuestas.
“Eso nos ayudó a conectar con los ciudadanos, conocer sus demandas y pedirle su apoyo. ¿Y qué fue lo que sucedió? Que se creó este fenómeno tan bonito y tan increíble, que hasta a nosotros mismos nos sorprendió”, reconoce.
Conrado Paz Torres es otro de los cuatro independientes que dieron el campanazo en Uruapan. Una vez instalado en el Congreso local, afirma que los temas que empujará son regular el desempeño de la Guardia Civil en el municipio para evitar las extorsiones, frenar la tala inmoderada de los bosques y mejorar los servicios de salud.
“Durante la campaña, nuestra filosofía era caminar por las colonias y las pequeñas comunidades, para tener contacto con las personas y conocer sus problemas de primera mano. Eso no dejará de pasar cuando lleguemos al Congreso”, asegura el diputado electo.
El líder del Movimiento del Sombrero en Uruapan es Carlos Alberto Manzo, de 39 años de edad, quien ha puesto dinero de su bolsillo para adquirir las camionetas en que realizan los rondines para hacer marcaje personal a los policías extorsionadores, y quien tuvo la idea de las farmacias gratuitas.
“Creo que esa es la ruta: mantenerse firmemente al lado del pueblo y dominar las tentaciones que hay en el poder público de dinero, de compromisos, de dádivas, y mantenerse firme. Es la única manera de gobernar”, asevera Manzo, cuando se le pregunta cuál es la clave para mantener el respaldo popular a pesar de no contar con la estructura de los partidos políticos.
Los cuatro aspirantes sin partido que ganaron los comicios del pasado 2 de junio tienen tres años para mostrar que la vía independiente es viable, y cumplir la promesa de devolverle la tranquilidad a los uruapenses, acabar con la extorsión policial, garantizar los servicios de salud y cuidar los recursos naturales. Sólo así se cumplirá el sueño de que los “sombrerudos” lleguen en el corto plazo a la gubernatura del estado.
NM