Una baja importante en el promedio mensual de delitos de alto impacto durante su gestión al frente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, una gran disciplina personal y una amplia experiencia en labores de concertación y de operación política, son las credenciales con las que Rosa Icela Rodríguez Velázquez llegará a la Secretaría de Gobernación a partir del próximo sexenio.
Quienes la conocen la describen como una mujer pragmática y resuelta, que aborda cualquier asunto o problema con eficacia, rapidez y determinación, aptitudes que serán fundamentales, pues a partir del próximo 1 de octubre ocupará el segundo cargo en importancia dentro de la administración federal.
Su historia hace inédito y diferente su nombramiento, anunciado el pasado 4 de julio por la virtual presidente electa. Claudia Sheinbaum, pues, de haber pasado su niñez en la huasteca potosina, en donde su mamá, maestra rural, la instruyó para aprender a escribir y leer, ahora será pieza central de la gobernabilidad del país.
Rosa Icela Rodríguez es quizá la única servidora pública que ha formado parte de todos los gobiernos de la izquierda en la Ciudad de México desde el año 2000, en cargos relacionados con la concertación, la coordinación interinstitucional, la operación política y la gobernabilidad.
Ahora tendrá ante sí el reto de aplicar toda esa experiencia acumulada durante años para recuperar el diálogo político, promover la coordinación con los gobiernos estatales, impulsar acuerdos en el Congreso, dirigir la política migratoria y estar preparada para encargarse del Poder Ejecutivo Federal si se presentara una eventual ausencia de la titular.
Sin descanso de por medio, un mismo día (el 1 de octubre) Rosa Icela entregará la SSPC a Omar García Harfuch y tomará posesión como secretaria de Gobernación, en Bucareli.
Junto con Sheinbaum, el 1-2
En su nuevo cargo, Rosa Icela Rodríguez seguirá participando en las mesas de coordinación y estrategia, junto con García Harfuch, pero también será la figura que flanquee permanentemente a Claudia Sheinbaum como primera presidenta de México. Dos mujeres harán el 1-2 del próximo sexenio.
›“Me conduciré con honestidad y seguiremos haciendo nuestro el lema de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo. Aprendimos del mejor”, expresó Rosa Icela Rodríguez el pasado 4 de julio, al ser nominada como la próxima jefa del Palacio de Cobián.
“Presidenta Sheinbaum, estoy segura de que bajo su mandato daremos buenos resultados, porque usted recibe un importante legado del presidente Andrés Manuel López Obrador, una sólida base que hará posible avanzar en la transformación del país, siempre con apego a lo que establece la Carta Magna, para actuar con justicia y con respeto a los derechos humanos”, añadió la funcionaria.
Y enfatizó: “Es un privilegio caminar a su lado como primera mujer presidenta en la historia de nuestro país. Con usted llegamos todas juntas, abuelas, madres e hijas. Una alta responsabilidad como la que me confía ahora requiere un alto compromiso también; tenga usted la seguridad de que trabajaremos con todas y todos, con eficacia y sensibilidad en la atención de las demandas ciudadanas”.
Rosa Icela Rodríguez Velázquez es la primera mujer en encabezar la SSPC. En los tres años y medio que lleva en el cargo, el promedio mensual de delitos del fuero federal bajó 10%. Y entre los ilícitos de alto impacto, el promedio de homicidio doloso cayó 9.6%; el de feminicidio 26%; el de secuestro 40% y el de los distintos tipos de robo 20%.
Durante su gestión al frente de la SSPC han sido detenidos 18 capos de la delincuencia organizada de relevancia, entre ellos Rafael Caro Quintero y Ovidio Guzmán López, alias El Ratón, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.
Resaltan peso político
Sobre el futuro relevo en la Secretaría de Gobernación, el analista Gerardo Rodríguez Sánchez Lara opinó que la funcionaria “tiene experiencia en coordinación de gabinetes, ella encabezó el gabinete de seguridad y creo que, con su nominación, Claudia Sheinbaum manda un mensaje muy fuerte de que en Gobernación se necesita a alguien con más peso político, con experiencia en gobierno y con mayor visión de seguridad”.
El gran reto de la futura secretaria de Gobernación, agregó el especialista en seguridad nacional de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), “es la coordinación con los gobernadores para que hagan su trabajo, para que garanticen la gobernabilidad en sus territorios, con sus propias policías, fiscalías y poderes judiciales”.
Profesor de Relaciones Internacionales y Ciencia Política, Gerardo Rodríguez consideró que Rosa Icela y Omar García Harfuch, en la Secretaría de Seguridad, pueden hacer una “buena dupla” para replicar el modelo de seguridad de la Ciudad de México y promover un esquema de mayor coordinación con las entidades federativas.
›Desde la perspectiva de Javier Oliva, especialista en temas de seguridad nacional y democracia de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, “el primero y más importante desafío de Rosa Icela Rodríguez es restablecer los canales de comunicación con las distintas organizaciones sociales y los partidos, representados tanto a nivel de gobiernos estatales, municipales y Congresos locales, porque en este sexenio no hubo una sola reunión del presidente López Obrador con la oposición”.
A su vez, la consultora en temas de seguridad nacional y Fuerzas Armadas, Roxana Juárez, consideró que Rosa Icela “tendrá una gran responsabilidad, porque estamos hablando de la labor de un gran operador político en un país que lleva tres décadas de alternancias en el poder, donde hay una profunda división entre facciones políticas, y hay, inclusive, intervención de las organizaciones criminales. Otro de los retos que enfrentará es impulsar el desarrollo político, contribuir a que las instituciones democráticas se consoliden y proteger la división de Poderes”.
Añadió: “Otra cosa que me parece que es una asignatura pendiente es la formación cívica, la cultura política, la participación ciudadana. A mí me parece que ya llevamos… no solamente en este sexenio, inclusive con Enrique Peña Nieto, en que no se impulsó en ningún sentido la participación ciudadana, en donde los mexicanos de alguna manera no se involucran en cuestiones que les afectan; esa será una tarea de la nueva secretaria de Gobernación”.
La especialista advirtió que si el Centro Nacional de Inteligencia se va a dedicar a cuestiones de seguridad pública, como se ha deslizado, la Secretaría de Gobernación se va a quedar desprotegida para allegarse información sobre migración, movilidad humana y vigilancia de fronteras.
Una vida en el periodismo
Colaboradores del diario La Jornada consultados por ejecentral recuerdan a Rosa Icela Rodríguez como una reportera trabajadora, disciplinada, cumplida con sus órdenes de trabajo y especializada en partidos políticos de izquierda, así como en movimientos sociales.
Quienes fueron sus compañeros comentan que era frecuente que Rosa Icela fuera comisionada como enviada especial para dar cobertura a movilizaciones, marchas y conflictos sociales en el interior de la República.
En la década de los años 90 era la época en que los reporteros solían dictar sus notas vía telefónica y Rodríguez se las arreglaba siempre para encontrar alguna caseta pública para enviar su información, sin importar que estuviera en un lugar remoto o en un conflicto en curso.
Tras muchos años en el periodismo, en el gremio se le recuerda como una persona seria, pero cortés, amable y respetuosa con todo mundo. Le gustaba leer y documentarse sobre los problemas a los que daba seguimiento y siempre mostró ganas de superarse.
Cuando era reportera de La Jornada sus hijos estaban pequeños, pero eso nunca fue motivo para dejar de cumplir con sus labores, y siempre fue muy discreta respecto a su vida personal.
Fue en esas andanzas, que Rosa Icela Rodríguez conoció a Andrés Manuel López Obrador, cuando el tabasqueño organizaba éxodos y caravanas por la democracia hacia la Ciudad de México y encabezaba acciones de resistencia civil, por lo que consideraba “fraudes” electorales en su estado natal.
Rosa Icela Rodríguez cubría las movilizaciones y en varias ocasiones entrevistó al que años después sería dirigente nacional del PRD, Jefe de Gobierno del Distrito Federal, fundador de Morena y Presidente de la República.
La próxima titular de Gobernación estudió en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, en la Ciudad de México. Tras graduarse, trabajó como reportera en Televisa Radio, El Universal, La Afición y La Jornada.
Su perfil de servidora pública con sentido social se refleja en las publicaciones en las que ha participado. Es coautora o ha colaborado en libros como Necesidades de cuidado de las personas mayores en la Ciudad de México, Acceso de las personas mayores al crédito. Pensión Alimentaria y derechos conexos en la Ciudad de México, Autonomía y dignidad en la vejez. Teoría y práctica en políticas de derechos de las personas mayores y Los derechos de las personas mayores en el siglo XXI: situación, experiencias y desafíos, todos ellos en colaboración con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Existe una versión en el sentido de que Rosa Icela Rodríguez fue la primera persona que planteó la idea de que López Obrador compitiera como candidato a Jefe de Gobierno del Distrito Federal, en los comicios del año 2000.
Según el libro Jefas y jefes. Las crisis políticas que forjaron a la Ciudad de México, de Alejandro Almazán, a mediados de 1999 el Partido de la Revolución Democrática se hallaba en problemas, pues Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano había vetado a Porfirio Muñoz Ledo y no tenían un candidato competitivo para la capital del país.
El libro cuenta que a finales de junio de ese año René Bejarano se reunió con Rosa Icela Rodríguez, en ese entonces coordinadora general de Comunicación Social de la Asamblea Legislativa, para conversar sobre algunas encuestas rumbo a las elecciones locales, todas las cuales daban a los prospectos perredistas un máximo de 14 puntos.
La debilidad de los posibles candidatos del sol azteca se debía, en parte, a la fiebre panista que se vivía entonces, como consecuencia de la enorme popularidad que tenía Vicente Fox y a lo atractivo que resultaba una posible postulación de Diego Fernández de Cevallos como candidato a Jefe de Gobierno, nominación que finalmente recayó en Santiago Creel.
“¿Y si le decimos a Andrés Manuel?”, propuso Rosa Icela Rodríguez, según el relato de Almazán. A Bejarano le pareció buena idea y de inmediato viajó a Tabasco para tratar de convencer al entonces líder nacional del PRD de que se postulara.
Casi tres décadas sin descanso
La incursión de Rosa Icela Rodríguez en la vida política ocurrió en 1997, momento emblemático para la política capitalina, pues ese año fueron las primeras elecciones para Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, que fueron ganadas por Cuauhtémoc Cárdenas.
Tras el carro completo del PRD en el DF, Rosa Icela fue nombrada coordinadora general de Comunicación Social de la Asamblea Legislativa y, desde entonces, su carrera política estuvo ligada a todos los gobiernos perredistas capitalinos.
En 2001, cuando López Obrador era Jefe de Gobierno, la nombró como su representante en las Coordinaciones Territoriales de Seguridad Pública y Procuración de Justicia en zonas de alto riesgo.
Durante el sexenio de Marcelo Ebrard (2006-2012), Rosa Icela fungió como coordinadora general del Gabinete de Gobierno y Seguridad Pública, y encargada de las 71 Coordinaciones Territoriales de Seguridad Pública y Procuración de Justicia, para después encabezar el Instituto para la Atención de los Adultos Mayores.
En la administración de Miguel Ángel Mancera (2012-2018), Rosa Icela se desempeñó como titular de Desarrollo Social y de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades.
En ese sexenio implementó programas para reducir la pobreza, al otorgar apoyo económico a familias en situación de vulnerabilidad.
Promovió la inclusión social de los sectores más desfavorecidos y desarrolló políticas de asistencia social para grupos vulnerables, incluidos adultos mayores, personas con discapacidad, mujeres y niños.
Además, impulsó programas de mejora de vivienda mediante subsidios y apoyo técnico a familias de bajos ingresos para mejorar sus condiciones de vida, y coordinó programas de apoyo alimentario, para asegurar que las familias en situación de pobreza tuvieran acceso a una alimentación adecuada.
Posteriormente, con la llegada de Claudia Sheinbaum a la administración capitalina (2018-2023), Rosa Icela fue secretaria de Gobierno en los primeros dos años.
En su paso por dicha dependencia coordinó estrategias de seguridad para reducir la incidencia delictiva en la Ciudad de México, lo que incluyó la implementación de operativos policiales y el uso de tecnología para mejorar la vigilancia y el monitoreo de actividades delictivas. Dio prioridad a programas para la prevención y atención de la violencia de género, incluyendo la creación de refugios para mujeres víctimas de violencia y la implementación de protocolos de atención.
También impulsó reformas legislativas para mejorar la gobernabilidad y fortalecer el marco jurídico en materia de seguridad, reintegración social, fortalecimiento del Estado de derecho y transparencia.
El presidente Andrés Manuel López Obrador la hizo incursionar en la administración pública federal como coordinadora general de Puertos y Marina Mercante, en julio del 2020. Tres meses después, en noviembre de ese año, el tabasqueño la nombró secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana.