Porque gente que antes nos odiaba, ahora nos comprende gracias a vosotros.
Mañana se jugará en el estadio Santiago Bernabéu el clásico número 256 entre Barcelona y Real Madrid. Se trata de una rivalidad con más de 120 años de historia, la cual pese tratarse de un evento deportivo, tiene un tinte político que es difícil de esconder. Mientras los de Cataluña son asociados al independentismo y la autonomía, los de la capital están vinculados con el centralismo y el poder. A continuación dejamos un episodio de la historia que refleja dicha característica.
En 1936 los militares Emilio Mola y Francisco Franco comandaron un intento de golpe de Estado contra la república democrática que gobernaba España. Así surgió la Guerra Civil, que tres años después les permitiría asumir el poder para dar paso a la dictadura franquista.
Hasta el momento, Barcelona ha ganado en 100 ocasiones y Real Madrid en 103: en 52 ocasiones han terminado empatados. El 21 de abril se juega la edición 256 entre ambos clubes.
En esos años el Real Madrid no llegaba ni a 40 años de vida, aunque ya contaba con varios trofeos, entre ellos dos campeonatos de liga. Al tener su asentamiento en la capital del país, ante la instauración del nuevo régimen en 1939, el club empezó a ser identificado como el “equipo del oficialismo” o el “equipo del régimen”.
Si bien las primeras dos décadas del “Franquismo” fueron años de sequía de títulos para el equipo capitalino, el surgimiento de la Copa de Campeones de Europa en 1955 fue un suceso clave en la expansión del régimen. Al participar en el torneo, el Real Madrid tendría la posibilidad de viajar a otras partes del continente. Oportunidad de oro para Francisco Franco de propagar su imagen y la de su poder.
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Suiza, Serbia, Italia y Francia fueron los países que los “merengues” pudieron visitar para disputar partidos del certamen. De esta forma, en esas naciones se supo que el equipo comandado por Alfredo DiStefano viajaba desde la capital de España, en la cual Francisco franco tenía su asentamiento y la base de su poder.
“Porque gente que antes nos odiaba, ahora nos comprende gracias a vosotros”, dijo José Solís, uno de los jefes del régimen de Francisco Franco, a los jugadores en 1959, año en e que el club ganó su cuarta de cinco Copas de Europa consecutivas. La frase permitió advertir que, aunque fuera de forma involuntaria, el Real Madrid se convirtió en una bandera franquista.
“El club modelo de la España de Franco, el Real Madrid, reinó en el mundo entre 1956 y 1960. Este equipo deslumbrante ganó al hilo cuatro copas de la Liga española, cinco Copas de Europa y una intercontinental. El Rel Madrid andaba por todas partes y siempre dejaba a la gente con la boca abierta. La dictadura de Franco había encontrado una insuperable embajada ambulante”, escribió Eduardo Galeano en ‘El futbol a sol y sobra’ para enfatizar una sociedad que a más de 60 años de distancia sigue siendo recordada. GA
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