La detención en Estados Unidos de Ismael Mario El Mayo Zambada García, el último de los líderes históricos del narcotráfico y cofundador del Cártel de Sinaloa, trajo una avalancha de interrogantes y podría desatar una serie de efectos, entre los que se incluyen la posible desestabilización en el ámbito de la seguridad, sobre todo en el norte de México.
Transcurren los días y aún no se disipan las dudas respecto a si la captura del legendario capo, así como la de Joaquín Guzmán López, El Güero, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, fueron pactadas con el gobierno estadounidense, o si se trató de “un engaño” por parte del heredero de Guzmán Loera, como lo han manejado medios estadounidenses y Frank A. Pérez, abogado de Zambada, el capo de 76 años de edad.
La mañana del 25 de julio pasado, en un aeropuerto privado de El Paso, Texas, se registraron las detenciones de los dos líderes de “una de las organizaciones de narcotráfico más violentas y poderosas del mundo”, como señaló el fiscal general de Estados Unidos, Merrick B. Garland.
En las primeras horas del día siguiente, y con el antecedente del fallido operativo del 17 de octubre de 2019 conocido como “El Culiacanazo”, en el que el hermano menor de Joaquín, Ovidio Guzmán López, El Ratón, fue detenido y despúes liberado ante la violenta reacción del cártel, el Ejército desplegó a 200 efectivos, en coordinación con la Guardia Nacional, para blindar la capital sinaloense en prevención de hechos de violencia.
Especialistas en seguridad advierten sobre la posibilidad de que se recrudezca la violencia en Sinaloa y en algunas regiones de estados vecinos, debido a la disputa entre grupos de la delincuencia organizada de los espacios que dejará vacíos el Mayo Zambada.
“Desafortunadamente la historia nos enseña que a la detención o neutralización de este tipo de cabecillas viene la fragmentación y la violencia. Si sólo detienes al cabecilla, qué pasa con los operadores financieros, los sicarios, los grupos armados, los traficantes de droga al menudeo, es decir, la detención no implica la neutralización”, señaló Javier Oliva Posada, profesor-investigador en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
No obstante la relevancia de las detenciones que suelen darse en el contexto
de la cooperación y trabajo conjunto entre los gobiernos de México y Estados Unidos en el combate del narcotráfico, particularmente de la droga sintética del fentanilo, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador dejó en claro que en el caso del Mayo Zambada, se trató de una acción unilateral de las autoridades del vecino del norte.
“La pregunta es si nosotros participamos en esta detención del día de ayer; no, el Gobierno de México no participó en esta detención o entrega, esto no es así”, reconoció la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez el pasado viernes, al informar cronológicamente cómo fue que la embajada estadounidense en nuestro país informó al gobierno de México sobre la detención e identificación de Zambada García y Guzmán López.
Al respecto, Javier Oliva, coordinador del Seminario Universitario de Estudios sobre Democracia, Defensa, Dimensiones de la Seguridad e Inteligencia, dijo en entrevista con ejecentral que la forma en que fue capturado Zambada pone en evidencia la ausencia de intercambio de información entre México y Estados Unidos.
Es muy serio el planteamiento del gobierno mexicano, porque entonces, ¿en dónde está la cooperación?”, apuntó Oliva Posada.
Al considerar que se trata de la detención “más importante del siglo XXI”, solamente comparable con la del exnarcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo, el académico planteó otras interrogantes en otro sentido. “Está el juicio de (Genaro) García Luna, ¿qué información tendrá Ismael Mayo Zambada sobre ese tema? Es sin duda un hecho de impacto continental”, subrayó.
Otros analistas consideran que El Mayo Zambada podría aportar información importante para fortalecer las acusaciones en contra de el que fuera secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón, y quien en febrero de 2023 fue declarado culpable en Estados Unidos por cargos de colusión con el Cártel de Sinaloa, así como falsear declaraciones a las autoridades de ese país, lo que lo pone ante una posible sentencia de cadena perpetua.
En este contexto, el pasado fin de semana generó mucha especulación un supuesto reporte oficial generado en Estados Unidos, en el sentido de que Ovidio Guzmán había sido puesto en libertad.
Los gobiernos de ambos países tuvieron que aclarar que El Ratón sigue bajo custodia. El vecino del norte señaló que sólo le fue modificada la medida cautelar, pero no aclaró en qué circunstancias se encuentra.
Fuentes citadas por diarios estadounidenses aseguran que Ovidio Guzmán busca convertirse en testigo protegido, para aportar información de utilidad para la justicia de aquel país, a cambio de beneficios en los procesos que tiene pendientes.
Y lo mismo podría pasar con Ismael Zambada quien, según la jueza Anne Berton, ante la que compareció el pasado jueves, tiene como plazo el próximo 11 de septiembre para aceptar un acuerdo de culpabilidad que le permita evitar un juicio en su contra.
Zambada se declaró no culpable de los cargos por narcotráfico en la Corte de Distrito Oeste de Texas, apenas una de las varias acusaciones y cargos que tiene en diferentes tribunales de Estados Unidos, y ahora deberá comparecer nuevamente ante la misma instancia el miércoles de esta semana.
