En 1988, el partido al que pertenecía el Presidente de la República dejó de tener la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y, ahora, 36 años después, la coalición identificada con la 4T alcanzó esa supermayoría, con la que puede aprobar reformas constitucionales que le interesen al Ejecutivo Federal sin el apoyo de la oposición. Con este Poder Legislativo, los morenistas prometen diálogo con todas las fuerzas políticas, pero la oposición prevé “un mayoriteo al estilo del viejo PRI”.
Morenistas de la recién instalada LXVI Legislatura saben que si no escuchan a las minorías políticas pueden convertirse en el PRI de los años 80, el que aprobaba las reformas sin considerar las propuestas de los partidos minoritarios. Por eso prometen escuchar, aunque de antemano advierten que harán valer su mayoría si la oposición se niega a los grandes cambios para consolidar lo que llaman: Cuarta Transformación.
“Vamos a tener la virtud de escucharnos unos a otros, respetarnos. Una mayoría calificada no es carente de actuar con uno de los valores que viene haciendo mucha falta en la política que es la humildad. Identificar qué es lo conveniente para la población y para el país y en función de eso agotar hasta el último minuto para llegar a consensos y, si no, pues aplicar la práctica democrática. Vamos a tener una mayoría calificada que no puede ser sorda ni ciega; si una mayoría calificada no ve y no oye puede convertirse en algo que no es lo mejor para la toma de decisiones”, dijo a ejecentral el diputado Gabriel García, excoordinador de los superdelegados.
Ricardo Monreal, coordinador de Morena en San Lázaro, advirtió que se equivocan quienes creen que la 4T tiene un plan de “agandalle”: “cuando era oposición no nos trataban bien, no voy a cometer el mismo error”.
La diputada Dolores Padierna afirmó que la 4T usará de forma responsable su mayoría calificada, es decir, los 364 legisladores, de los cuales 236 son de Morena, 77 del PVEM y 51 del PT.
“El diálogo es inherente a la política y nosotros desde luego que vamos a hablar y esperemos una nueva actitud de la oposición, que no haya tantas agresiones, que se preserve la democracia y la pluralidad, pero también respetando las instituciones. Han reducido mucho el debate en el Congreso y creo que México merece un mejor nivel de debate”, declaró.
César Cravioto, quien en breve dejará su curul en San Lázaro para incorporarse como secretario de Gobierno de la Ciudad de México, consideró que la 4T ha demostrado que está abierta al diálogo y a los parlamentos abiertos, no como el PRI de los años 80 que “se burlaba del pueblo”.
“Nosotros no vamos a usar esa mayoría calificada como la usó el PRI en muchas legislaturas, aprobando incrementos al IVA, que nuestros recursos naturales se fueran a empresas extranjeras…¡No! Nosotros la vamos a usar para beneficio del pueblo de México y vamos a consultar a la gente como lo estamos haciendo en esta reforma, hicimos cientos de asambleas en todo el territorio nacional, escuchamos a especialistas, a académicos, a los propios integrantes del Poder Judicial, así vamos a trabajar, no va a ser como cuando ellos mayoriteaban todo y se burlaban del pueblo de México”, dijo.
“Simulación”, dice la oposición
Pero en la oposición consideran que la 4T no ha escuchado, sino que ha simulado y un ejemplo es la reforma al Poder Judicial.
“Yo no veo a la mayoría en espíritu de diálogo, de conciliación y de construcción colectiva, al contrario, los veo avanzando la maquinaria como la del antiguo régimen: aplicando la aplanadora, sin razón, sin argumentos y aplastando como se pueda a las minorías. Por supuesto, nosotros no lo vamos a permitir, me parece que el país ha avanzado mucho en términos del reconocimiento de su pluralismo, del diálogo democrático y sería una tragedia cancelar todos esos avances”, declaró el coordinador de los senadores de MC, Clemente Castañeda.
¿No hay un área de oportunidad para la próxima presidenta para que se reanude este diálogo con la oposición?, le preguntó ejecentral.
“Tienen señales encontradas, por un lado hablan de democracia, de diálogo, de respeto a la diferencia y por el otro lo que hacen es imponer su voluntad a toda costa (…) Me parece que es más de lo mismo, es el nuevo régimen autoritario. Lo he dicho con todas sus letras: Morena es el nuevo PRI, pero se me hace que me quedo corto”, respondió.
Para las coordinadoras del PAN, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, el diálogo para llegar a consensos con la 4T será un reto. Ambas dijeron por separado a este medio que acompañarán a la 4T en las reformas que no atenten contra la división de poderes, ni los órganos autónomos.
“Vamos a hacer nuestra parte, es un reto, ciertamente. Morena puede decir que ganó con el 54% y que trae un mandato ¡nosotros también! Como segunda fuerza política representamos a un sector importante de la población que nos exige actuar y vamos a ser una oposición firme, respetuosa, no estridente, que acompañaremos al Gobierno federal cuando consideremos que alguna propuesta es en beneficio de las personas, pero que también saldremos contundentemente a oponernos cuando aquello no sea en beneficio de la ciudadanía o de la independencia de los poderes”, declaró Guadalupe Murguía, coordinadora del PAN en el Senado.
La coordinadora del blanquiazul en la Cámara de Diputados, Noemí Luna, externó que está consciente de la supermayoría que tiene Morena, PVEM y PT en San Lázaro, lo que exige que la oposición sea “extremadamente responsable”.
Agregó que una de las prioridades será la unidad para poder hacer frente a la 4T; sin embargo, en la Cámara de Diputados, el PAN pasó de la segunda fuerza política a la tercera. Las autoridades electorales avalaron que el PVEM tuviera 76 curules, contra 72 del PAN, con ello, el Partido Verde se convirtió, por primera vez en la historia, en la segunda bancada más grande en San Lázaro.
“Estaremos cuidando, sobre todas las cosas, la unidad y la integridad. Va a haber un PAN que sea una oposición extremadamente responsable, sí, una oposición crítica, pero también una oposición propositiva, que podemos acompañar al oficialismo cuando se trate de beneficio real para los mexicanos, pero que estaremos pintando nuestra raya cuando se trate de apoderarse de los otros poderes y organismos autónomos”, declaró Noemí Luna, quien ya ha sido legisladora, pero su experiencia no se compara con la de otros coordinadores parlamentarios como Ricardo Monreal, de Morena, o Carlos Puente, del PVEM.
Hace 36 años (en 1988), el PRI perdió la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y hace 27 años (1997) perdió la mayoría simple de 251 diputados. Morena no ha logrado tener esa mayoría calificada por sí misma, pero sí en coalición, en la actual legislatura.
En el Senado, desde 1997 (fecha en que la composición aumentó a 128 legisladores) no ha habido mayoría calificada del partido al que pertenece el presidente de la República. Actualmente, a la 4T le falta un voto, que podría concretar en breve.
