Kamala, ante el reto de retirar a Trump

14 de Septiembre de 2024

Kamala, ante el reto de retirar a Trump

Kamala y Trump

En pocas horas, la vicepresidenta de EU logró recaudar 81 millones de dólares y el apoyo de casi dos mil delegados demócratas, pero nada garantiza que logrará la proeza de derrotar al republicano

El anuncio llegó de forma inesperada. Después de semanas de peticiones al presidente Joe Biden para que abandonara la carrera por su reelección, un diagnóstico de Covid-19 fue la última noticia sobre él, todavía como candidato. Días después vino el anuncio de su retirada y el ofrecimiento de su respaldo a su vicepresidenta, Kamala Harris, para sustituirlo como aspirante.

En pocas horas, Harris recaudó 81 millones de dólares para su campaña, pero nada garantiza que, en caso de ser nominada oficialmente candidata del Partido Demócrata, sea capaz de derrotar a un fortalecido Donald Trump, quien le lleva mucha ventaja en una campaña sostenida y en impacto mediático.

Un eventual triunfo de la también exfiscal de California en las elecciones presidenciales de noviembre representaría el retiro de Donald Trump de la política, pues ya no podría volver a intentar regresar a la Casa Blanca. Pero el camino de Kamala está lleno de escollos.

Para que Kamala Harris sea nombrada candidata oficialmente, aún deben superarse ciertas formalidades. En días pasados, el presidente del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison, anunció que este partido seleccionará a su candidato a las elecciones presidenciales de noviembre en una votación virtual que tendrá lugar antes del 7 de agosto.

De ser así, la Convención Nacional programada para el 19 de ese mes sólo sería para formalizar la candidatura de la actual vicepresidenta del país, avalada previamente por los líderes de su partido y sin rival interno enfrente.

Antes de la realización de la convención, Kamala Harris debe asegurar el apoyo de los casi cuatro mil delegados de los estados, territorios y el Distrito de Columbia, así como de los más de 700 superdelegados del Partido Demócrata. En este último rubro se incluye a los líderes del partido y a algunos funcionarios electos.

De cumplir con este objetivo, la ahora vicepresidenta podrá participar en los eventos de la convención, en los que los delegados votarán y eventualmente la nombrarán candidata oficialmente.

Y si se concreta la votación virtual previa anunciada por el presidente del Comité Nacional Demócrata, entonces Kamala Harris llegaría a la convención con todas las credenciales de candidata presidencial.

En el supuesto caso –poco probable– de que Kamala no lograra el apoyo requerido, el Partido Demócrata tendría que organizar una convención para definir a otro prospecto que retome la campaña que interrumpió Joe Biden.

En este hipotético caso, cualquier aspirante a obtener la candidatura tendría que obtener los apoyos que no hubiera logrado Kamala Harris mediante el mismo esquema que le fue aplicado a ella.

De esta manera, ante Kamala Harris se abren dos posibilidades: lograr el apoyo de los delegados para formalizar su candidatura, en cuyo caso únicamente quedaría pendiente el nombramiento de su compañero de fórmula por la vicepresidencia, o bien, disputarle la candidatura a algún otro interesado en postularse.

Sin embargo, todo apunta a que la actual vicepresidenta llegará a la Convención Nacional Demócrata con todas las credenciales. Hasta la mitad de la semana pasada, Kamala Harris ya contaba con el apoyo de más de mil 976 delegados, una cifra considerada crucial para confirmar su candidatura. A este número se sumó el visto bueno de figuras importantes dentro del ala demócrata, como Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes, y el matrimonio compuesto por el expresidente Bill Clinton y Hillary Clinton.

Hasta el cierre de esta edición no se tenía conocimiento de que algún otro demócrata hubiera hecho público su interés por obtener la candidatura que hasta hace días pertenecía a Joe Biden.

Respecto al nombramiento de su candidato a vicepresidente, Harris no ha mencionado algún nombre, pero entre los prospectos se encuentran Josh Shapiro, gobernador de Pensilvania; Andy Beshear, gobernador de Kentucky; Pete Buttigieg, secretario de Transporte; Roy Cooper, gobernador de Carolina del Norte; Mark Kelly, senador por Arizona, y Wes Moore, gobernador de Maryland.

De entre ellos, Shapiro y Kelly son los que más menciones han recibido como posibles compañeros de fórmula de la actual vicepresidenta de Estados Unidos.

Para la designación del candidato al número 2 de Estados Unidos el proce-
so es prácticamente el mismo que el de la candidatura presidencial, ya que son los delegados los que deben aprobar esta nominación dentro de la Convención Nacional Demócrata.

Los retos

Pese al apoyo que ha recibido entre los demócratas, la aspirante a la candidatura enfrenta un panorama complicado en su camino hacia la Casa Blanca. Su principal obstáculo es el expresidente Donald Trump, quien desde hace días tiene su nominación oficial como candidato, y cuenta con el apoyo pleno del Partido Republicano.

Con todo el poder que le da el tener como respaldo a un partido unido, el expresidente ha arremetido contra Harris en los últimos días, y ya la ha retado a más de un debate. “Estaría dispuesto a celebrar más de un debate. Creo que, si estás entre el candidato demócrata o el candidato republicano, realmente tienes la obligación de debatir”, dijo.

Además, un sondeo de Reuters/Ipsos, arrojó que gran parte del electorado considera que la única persona capaz de vencer a Donald Trump es la exprimera dama, Michelle Obama, con un 50% de apoyo, frente al 39% que registró el republicano. En ese ejercicio, Kamala Harris obtuvo un 42% de las preferencias.

El bajo nivel en la intención del voto también se vio reflejado en encuestas recientes realizadas por Economist/YouGov, CBS/YouGov, NBC News, Yahoo News, CNN y Fox News.

La popularidad de Kamala entre los votantes no es la mejor, y algunos de sus detractores, incluso demócratas, le reprochan acciones del pasado, como su desempeño en el cargo de fiscal de California, cuando se opuso a la reducción de penas y se inclinó por enjuiciar a los padres de los niños que faltaran a la escuela con frecuencia.

Pero aunque el Partido Demócrata cuenta con otras figuras para la candidatura (Mark Kelly, senador de Arizona; Andy Beshear, gobernador de Kentucky, o Jared Polis, gobernador de Colorado), los delegados tienen cada vez menos tiempo para posicionar a otro aspirante.

Mientras, del lado republicano, Trump y su equipo aventajan a sus rivales por el tiempo más prolongado de campaña en los medios, a la vez que no dejan de aprovechar las reacciones por el atentado fallido de hace dos semanas, lo que de momento tiene la balanza de las preferencias electorales a su favor.

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