Ernesto Mendieta Jiménez estaría bajo la lupa del gobierno federal por su posible implicación en los ataques recientes contra la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Trascendió que Mendieta Jiménez esperaba asegurar lucrativos contratos durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, pero sus expectativas no se materializaron.
Con un historial que incluye su paso por la entonces Procuraduría General de la República (PGR) Mendieta se vio involucrado en la fallida negociación durante el secuestro del hijo de Fernando Martí, fundador de Deportes Martí, que terminó trágicamente con el asesinato del joven. Previamente, había participado en el caso del secuestro del padre jesuita Wilfredo Guinea, cuyo cuerpo fue encontrado en Iztapalapa tras nueve meses desaparecido.
Otro caso en el que Mendieta estuvo involucrado como supuesto negociador fue el secuestro de Silvia Vargas, hija del empresario Nelson Vargas, trabajo por el que cobró 800 mil pesos, según versiones periodísticas. Nelson Vargas expresó su descontento, calificando el pago de honorarios como “ridículo” en relación con el trabajo realizado.
A pesar de estos fracasos, Mendieta se jacta de haber capturado a Daniel Arizmendi, conocido como “El Mochaorejas”, durante su tiempo en la PGR, un logro que, según él, le valió un contrato como asesor en la película “Hombre en llamas” de Tony Scott. Sin embargo, la realidad es que su reputación cayó como negociador en temas de secuestro.
Su empresa, Aquesta Terra Comunicación, aunque poco visible, logró en 2019 un contrato con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para asesorar en reformas operativas a la Unidad de Inteligencia Financiera, por un valor de 4.2 millones de pesos. Además, en 2020, Aquesta Terra fue subcontratada para auditar varios Centros Federales de Readaptación Social en Sonora, Durango, Chiapas y Morelos, por lo que cobraba mensualmente más de 10 millones de pesos.
De acuerdo con fuentes, su controvertido historial ha llevado a que empresas privadas e instituciones públicas decidan vetarlo para evitar asociarse con su cuestionable reputación. Incluso, Omar García Harfuch, próximo encargado de la Guardia Nacional, estaría al tanto de las investigaciones en curso que señalan a Mendieta y a sus empresas por supuestas irregularidades y contratos obtenidos en administraciones anteriores.