"Haremos uso de nuestra mayoría con responsabilidad”: Ifigenia Martha Martínez y Hernández

8 de Septiembre de 2024

“Haremos uso de nuestra mayoría con responsabilidad”: Ifigenia Martha Martínez y Hernández

Ifigenia Martha Martínez

La diputada federal electa de Morena señala que sería “un momento cumbre” para ella entregar la banda presidencial a Claudia Sheinbaum el próximo 1 de octubre

Cuando Claudia Sheinbaum nació, en 1962, Ifigenia Martínez ya se había convertido en la primera mujer mexicana en obtener una maestría en Economía en Harvard, ya había sido asesora del secretario de Educación Pública, Jaime Torres Bodet, y coordinadora de asesores del secretario de Hacienda, Antonio Ortiz Mena.

Cuando Sheinbaum ingresó a la UNAM, a inicios de los años 80, Ifigenia Martínez ya había sido diputada federal, jefa de Asesoría Económica de la Presidencia de la República y representante de México ante la Organización de las Naciones Unidas.

Y cuando Sheinbaum era dirigente del Consejo Estudiantil Universitario, en 1987, Ifigenia Martínez era parte de la Corriente Democrática del PRI, cuya salida de este partido marcó el arranque de la transición a la democracia en México.

Ese año, 1988, los caminos de Sheinbaum e Ifigenia se encontraron y juntas apoyaron la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas, y un año después participaron en la fundación del PRD.

A casi cuatro décadas de aquel primer encuentro, la virtual presidenta electa ha dicho que le gustaría que la maestra Ifigenia le entregue la banda presidencial en la ceremonia de toma de posesión, programada para el próximo 1 de octubre en San Lázaro.

En entrevista con ejecentral, Ifigenia Martínez señaló que sería un “momento cumbre” para ella el que se concretara la intención de Sheinbaum y dijo sentirse honrada al ser considerada para algo así.

Respecto al dominio absoluto que tendrán los partidos ligados a la 4T en el Congreso en la próxima legislatura, Ifigenia apuntó: “Haremos uso de nuestra mayoría parlamentaria con responsabilidad, recordando siempre la historia y principios de nuestro movimiento”.

Al referirse a las reformas enmarcadas en el llamado “Plan C”, la también académica indicó: “Hay que ser respetuosos con los tiempos, ya habrá momento para debatirlas en el Congreso”.

¿Qué significado tendría para usted entregarle la banda a Claudia Sheinbaum, primera presidenta de México, en caso de que el Congreso la designara para ese efecto?

Sería un momento cumbre para mí y para todas las mujeres, no sólo porque será la primera presidenta mujer de México después de 200 años de vida independiente, sino porque representa el proyecto de izquierda democrática y progresista por el que muchos hombres y mujeres hemos luchado durante muchos años. Claudia es una mujer preparada, inteligente, prudente y capaz, que estoy segura pondrá énfasis en los retos nacionales que demanda un país tan grande y diverso como el nuestro. Cuando yo era pequeña recuerdo un programa de radio titulado Veinte millones de mexicanos no pueden estar equivocados, y ahora imagínense que esa cifra se ha más que sextuplicado. Nunca lo imaginé. Sin duda, me honra mucho que se me considere para este significativo momento de la historia política de nuestro país.

¿Qué le pareció el gesto de la doctora Sheinbaum, quien el pasado 2 de junio puso su nombre en la boleta y dijo que había votado por Ifigenia Martínez para presidenta?

Fue completamente sorpresivo. Justamente estaba en la casilla esperando a emitir mi voto, cuando mis nietos me comentaron esa generosa noticia, lo cual no sólo me honra, sino que me compromete a seguir en pie de lucha. Le agradezco a Claudia su consideración y cariño, que son correspondidos en idéntica proporción. Coincido con el presidente López Obrador en que la doctora Sheinbaum cuenta con las tres “C”: cabeza, corazón y carácter. Sin duda, el gesto del pasado 2 de junio fue un reconocimiento para todos aquellos que iniciamos este movimiento de izquierda que hoy rinde frutos, y también para quienes lamentablemente han fallecido, como mi entrañable amigo Porfirio Muñoz Ledo, Heberto Castillo y Rosario Ibarra, entre otros. Sobra decir que yo voté recíprocamente por Claudia, con plena convicción de que será una gran presidenta para todas y todos los mexicanos; ella comparte una visión de Estado democrático, progresista e incluyente, que son elementos clave de la transformación.

¿Cuáles son sus expectativas sobre el mandato de Sheinbaum?

Confío mucho en su capacidad, es una científica y servidora pública que ha dado resultados. Claudia cuenta con todos los elementos para realizar un buen trabajo y promover el desarrollo y progreso de nuestro país al alcance de todas y todos los mexicanos. Es claro que, a pesar de los avances experimentados durante este sexenio, especialmente en política social y combate a la pobreza, todavía persisten elementos que requieren de nuestra atención y participación. Pero estoy segura de que la presidenta los afrontará con inteligencia, prudencia y un sentido humanista, escuchando a todas las voces del país. Además, se apoyará de manera prioritaria a las poblaciones más vulnerables; Claudia estará acompañada por mexicanos de gran valía que conformarán su gabinete presidencial.

¿Cuáles son las anécdotas que más recuerda de su relación con Claudia Sheinbaum?

Más que anécdotas, resalto el entusiasmo, lucha y participación de Claudia en los episodios en los que hemos coincidido. En primer lugar nos une un profundo agradecimiento y cariño a la UNAM. Destaco el activismo de sus padres en el movimiento estudiantil de 1968; y aunque Claudia era sólo una niña, siempre ha mencionado que ella es “Hija del 68”. Coincidimos más adelante, ella como integrante del Movimiento del CEU en 1987 y yo en la Corriente Democrática, en donde varios jóvenes de su generación participaron. Después vino la fundación del PRD, donde ya era evidente su vocación de servicio y su lucha por la izquierda. Por otro lado, su madre, que es una reconocida científica universitaria, la doctora Annie Pardo, fue maestra de una de mis hijas que es médico genetista, y trabajaron juntas bajo el liderazgo del extraordinario doctor Ruy Pérez Tamayo. También recuerdo el férreo compromiso de Claudia en las reuniones que se organizaban en mi casa, en Coyoacán. En el año 2008 fundamos el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, para contrarrestar la reforma energética de Felipe Calderón. A esas reuniones asistían entre otros el ahora presidente López Obrador, Rocío Nahle, Javier Jiménez Espriú y Lorenzo Meyer, entre otros. Conozco a Claudia desde hace varios años y siempre me ha parecido una mujer comprometida, capaz, de luchas y convicciones. Celebro que millones de mexicanos votáramos por ella.

Tiempo de mujeres

La entrevista con la maestra Ifigenia Martínez fue vía epistolar. El intermediario para hacerle llegar, por escrito, las preguntas de ejecentral, fue su nieto Rodrigo Rojas, quien se dice afortunado de contar con una mujer a quien le agradece su presencia, alegría, temple y sabiduría.

El pasado 11 de junio, poco después de las elecciones presidenciales, Ifigenia Martínez publicó en su cuenta de X una imagen en donde aparecen dos fotos de juventud, una de ella y otra de Claudia Sheinbaum.

La publicación fue acompañada de la leyenda: “Alzamos la voz por la justicia y la igualdad. Soñamos un México donde todos tengan cabida. Hoy juntas caminamos por el segundo piso de la transformación, porque hoy es tiempo de mujeres”.

México ha dado pasos importantes por los derechos de las mujeres, pero ¿cuáles son los pendientes para alcanzar una verdadera igualdad?

Considero que se ha avanzado en el tema. La presente administración implementó una amplia agenda de género. Ha habido numerosas reformas para fortalecer la participación de las mujeres en todos los ámbitos de gobierno. Cuando yo comencé mi carrera política las mujeres éramos una minoría en los espacios públicos, realmente fuimos pocas las que tuvimos acceso a posiciones de alta responsabilidad en esas épocas. Por eso, hoy en día celebro que haya paridad en los congresos y en todas las actividades, tanto públicas como privadas. En la actualidad hay oportunidades para que las mujeres puedan desarrollarse en lo que anhelen, pueden ser astrónomas, científicas, policías, astronautas, ministras, etcétera. Por supuesto que seguiremos trabajando para que las mujeres continúen recuperando espacios, así como para reconocer y estimular su participación de manera igualitaria. Las mujeres somos símbolos de lucha y transformación, y en conjunto con los hombres debemos avanzar hacia la prosperidad común.

Ahora que está a punto de terminar la gestión del presidente López Obrador, ¿cuál es su balance sobre lo que ha ocurrido en México en los últimos seis años?

El balance es positivo, si tenemos en cuenta el complejo entorno político y económico internacional en el que se desarrolló este sexenio. Basta con recordar los efectos de la pandemia por el Covid-19 o los alcances aún presentes de los conflictos geopolíticos en Asia y Europa; no ha sido un sexenio fácil de maniobrar y, sin embargo, estamos cerrando con crecimiento económico y buenas proyecciones para el futuro. Andrés Manuel ha sido un gran líder, puso al centro de toda actividad al ciudadano. Es cierto que la presidenta electa heredará tareas que aún necesitan atención y que persisten desde antes de este sexenio. Sin embargo, se han sentado las bases adecuadas para hacerle frente a estos diversos rezagos, contamos con un gran apoyo social y herramientas suficientes para continuar hacia el segundo piso de la transformación. Será importante seguir participando todos juntos en la construcción de una mejor nación, que se encuentra inevitablemente inmersa en la globalidad de un mundo cada día más complejo, y en el que debemos pugnar por la participación y el debate de las ideas en favor de todos sus habitantes.

Usted formará parte de un Congreso donde la alianza de Morena tendrá una gran mayoría.

¿Cuál es su llamado a los legisladores para no abusar de esas posiciones?

Lo más importante es actuar siempre con responsabilidad y altura política. Apelar a la congruencia y a nuestra historia, somos un movimiento plural, que escucha y llega a consensos. Como representantes del pueblo, nuestro compromiso es con el país y con la prosperidad y bienestar de todos los mexicanos, en especial de aquellos que por alguna razón han quedado en una situación desfavorable. Las posturas ideológicas pueden variar, pero todos coincidimos en la necesidad de que México siga progresando y para eso existe el debate. Eso sí, siempre respetuoso y propositivo. Debemos estar abiertos siempre
a la participación de la sociedad civil y en corresponsabilidad encontrar el camino para impulsar el desarrollo económico y social de México.

¿Qué opinión tiene del conjunto de reformas que envió el presidente López Obrador y que son conocidas como el “Plan C”?

Hay que ser respetuosos con los tiempos, ya habrá momento para debatirlas en el Congreso. Sin embargo, muchos de los temas del llamado “Plan C” no son nuevos. Reformas como la del Poder Judicial, al sistema político-electoral o a los órganos autónomos son materia de discusión desde hace años. De cualquier forma, analizaremos cada reforma con sensatez y escucharemos a todos los sectores. La participación de la sociedad civil, de los em-
presarios y los sectores académicos será fundamental para nutrir el debate a profundidad. Haremos uso de nuestra mayoría parlamentaria con responsabilidad, recordando siempre la historia y principios de nuestro movimiento.

¿Qué país se imagina para 2030, cuando termine el gobierno de Claudia Sheinbaum y la legislatura de la que usted forma parte?

Un país más próspero, igualitario, justo y pacífico para todas y todos los mexicanos. Un México con menores índices de pobreza y con mayor repartición del ingreso. Un México más dinámico y competitivo, con una población con acceso irrestricto a la salud y a la educación y con miras al desarrollo con bienestar generalizado. Estoy plenamente convencida de que se han dado importantes pasos para lograr estos anhelos que existen desde antes de la Corriente Democrática y tengo confianza en que seguiremos avanzando por el camino correcto de democracia social y bienestar económico.