Hamás anunció el martes el nombramiento de su jefe en Gaza Yahya Sinwar, uno de los hombres más buscados por Israel, como nuevo líder del movimiento tras el asesinato en Irán de su predecesor, que ha reavivado los temores a una escalada militar en Oriente Medio.
Irán, Hamás y el Hezbolá libanés acusaron a Israel del asesinato de Ismail Haniyeh, el líder político del movimiento islamista palestino, el 31 de julio en Teherán, y prometieron retaliaciones.
El líder del movimiento Hezbolá, Hasán Nasrala, prometió este martes represalias contra Israel “sin importar las consecuencias” tras el asesinato de Haniyeh y el del mando militar de su organización, Fuad Shukr, en un bombardeo cerca de Beirut.
Hezbolá e Irán están “obligados a tomar represalias”, declaró Nasrala en un discurso televisado. Hezbolá actuará solo o en el marco de una “respuesta coordinada” de Irán y de sus aliados en la región, afirmó.
Poco antes de ese discurso, cazas israelíes sobrevolaron a baja altura la capital de Líbano, rompiendo la barrera del sonido y sembrando el pánico entre la población de Beirut.
Tanto Hamás como sus aliados de Hezbolá aseguraron que la designación de Sinwar manda un “mensaje fuerte” a Israel, diez meses después del inicio de la guerra en Gaza, desencadenada tras el ataque sin precedentes de Hamás en territorio israelí el 7 de octubre.
El ejército y las autoridades israelíes acusan al líder de ser uno de los autores intelectuales del ataque.
Minutos después del anuncio de su nombramiento, una andanada de cohetes fueron disparados hacia Israel desde la Franja de Gaza, una acción reivindicada por el brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezedin al Qasam.
“El nombramiento del architerrorista Yahya Sinwar (...) es un motivo más para eliminarlo rápidamente y borrar del mapa a esta despreciable organización”, declaró en X el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Israel Katz.
¿Ataque inminente?
Los asesinatos de Haniyeh y Shukr han intensificado el temor a una escalada militar entre Israel e Irán y sus grupos aliados en Líbano, Yemen, Siria e Irak.
Las autoridades israelíes no han comentado la muerte del líder de Hamás, pero reivindicaron la de Shukr, a quien acusaron de matar a 12 niños y adolescentes el 27 de julio en los Altos del Golán sirios anexionados por Israel. Hezbolá negó cualquier implicación.
Israel lleva casi una semana en alerta, a la espera de la prometida respuesta de Irán y sus aliados.
Sin embargo, según un diplomático europeo en Tel Aviv, la ausencia de cambios en las directivas dadas por el ejército a los civiles significa, en teoría, que no se espera un ataque inminente.
Los contactos diplomáticos para evitar una escalada se multiplicaron el martes, antes de una reunión de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) prevista el miércoles.
El presidente estadounidense, Joe Biden, conversó con el presidente egipcio, Abdel Fatah Al Sisi, y con el emir de Catar, principal país mediador en la guerra, en unos “esfuerzos para una desescalada [...], a través de un alto el fuego inmediato y un acuerdo sobre la liberación de rehenes”, según la Casa Blanca.
Su secretario de Estado, Antony Blinken, insistió en la necesidad de un acuerdo para una tregua en la guerra que, en su opinión, depende de Sinwar.
"Él ha sido y sigue siendo el principal decisor a la hora de concertar el alto el fuego”, dijo.
El futuro de estas conversaciones quedó en el aire después del asesinato de Haniyeh, considerado una voz pragmática dentro de la organización palestina.
El movimiento palestino Fatah, rival interno de Hamás, alabó la “personalidad pragmática, realista y lógica” de Sinwar tras su nombramiento como líder del movimiento islamista.
“Acción colectiva”
Como principal aliado de Israel, Estados Unidos también se vio afectado por el incremento de las hostilidades regionales, con siete soldados heridos por cohetes lanzados contra una base en Irak.
“No se equivoquen, Estados Unidos no tolerará ataques contra nuestro personal en la región”, dijo el jefe del Pentágono, Lloyd Austin.
Sin embargo, el foco más preocupante para una posible conflagración es la frontera entre Israel y Líbano, escenario de disparos casi diarios entre las tropas hebreas y Hezbolá.
“Existe la posibilidad de una guerra entre nosotros e Israel [...]. No podemos negarlo”, declaró el jefe de la diplomacia libanesa, Abdalah Bou Habib.
En este contexto, varios países pidieron a sus ciudadanos que abandonasen Líbano y varias compañías aéreas suspendieron sus vuelos a Beirut.
El ejército israelí prosigue mientras su ofensiva contra Hamás en Gaza.
El ataque de Hamás del 7 de octubre en el sur de Israel dejó mil 197 muertos, la mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes. El ejército israelí confirmó este martes la muerte de la última persona reportada como desaparecida desde el asalto.
Los combatientes islamistas tomaron 251 rehenes, de los cuales 111 siguen secuestrados en Gaza aunque 39 de ellos están muertos, según el ejército israelí.
La ofensiva israelí en Gaza ha dejado hasta ahora 39.653 muertos, según el Ministerio de Salud del territorio, que no detalla el número de civiles y combatientes muertos.
MAAZ