Según el último reporte trimestral sobre economías regionales elaborado por el Banco de México, los empresarios en el país proyectan un aumento en el empleo y una expansión en las inversiones en infraestructura para el año 2024. Esto surge en respuesta a una creciente demanda de sus productos en el mercado.
El análisis de las expectativas empresariales revela que los índices de difusión sobre la demanda de productos, contratación de personal e inversión en activos fijos para los próximos doce meses continúan en la zona de expansión. Sin embargo, se observa un comportamiento heterogéneo entre las distintas regiones del país.
En cuanto a las expectativas sobre la demanda de productos, se registra un aumento en las regiones centrales, mientras que en el norte y sur se experimenta una reducción en el margen. Por otro lado, el número de trabajadores contratados se espera que aumente en las regiones norte y centro norte, se mantenga estable en el centro y disminuya en el sur.
El sur se vio beneficiado en los últimos cuatro años por las obras de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, que trajeron un boom en el empleo y la inversión gubernamental.
En relación con las inversiones en activos fijos, se prevé un incremento en las regiones norte y centro, mientras que en la región sur se observa una disminución. Los directivos consultados mencionaron que tienen planes de inversión principalmente en maquinaria y equipo para la producción, bienes inmuebles y equipo de transporte.
En el último año, el crecimiento en la inversión fija bruta destacó en la construcción y en menor medida en la maquinaria y equipo, pero para este año los inversionistas apostarán por mayores compras ante las expectativas del nearshoring que obligará a una integración más robusta en las cadenas de producción de Norte América y que a su vez incrementará la demanda de bienes y servicios desde México.
Entre los factores que destacan para impulsar la actividad económica está la expectativa de expansión de la economía estadounidense, la reconfiguración global en los procesos productivos y la apertura de nuevas rutas de vuelo con Estados Unidos. Además, se espera que la ampliación de puntos de venta, el comercio en línea y el aumento en el gasto público, especialmente en año electoral, impulsen la actividad comercial.
Las perspectivas empresariales son optimistas para el año 2024, con previsiones de crecimiento tanto en empleo como en inversión, lo que refleja la confianza en el mercado y en el potencial económico de nuestro país.