Elecciones en Venezuela, entre la tensión y la esperanza

29 de Abril de 2025

Elecciones en Venezuela, entre la tensión y la esperanza

Las encuestas indican que en los comicios del 28 de julio se podría presentar la alternancia por primera vez en 25 años; medios y ONG acusan a Maduro de actos hostiles contra la oposición

Venezuela

A pocos días de las elecciones presidenciales de Venezuela, que se llevarán a cabo el 28 de este mes, el panorama en este país sudamericano es de tensión e incertidumbre, pero también de cierta esperanza por el cambio. Uno de los motivos es el elevado nivel en las preferencias electorales que registra el principal candidato opositor, Edmundo González, de la alianza Plataforma Unitaria, quien, según las encuestas más recientes, supera al actual presidente, Nicolás Maduro, por cerca de 20 puntos.

La fórmula para lograr esta ventaja se debe a varios factores. Por un lado, el deseo de cambio de los venezolanos, quienes han visto a Maduro gobernar por 11 años en representación de un partido que ha estado en el poder desde 2007 y de un régimen que data de 1999, hace 25 años, cuando Hugo Chávez llegó por primera vez a la Presidencia.

Pero una razón más significativa es el impulso de María Corina Machado, a quien se le considera una de las líderes opositoras más importantes, a tal grado, que en enero de este año la Contraloría General de Venezuela (CGR) la inhabilitó para postularse a cualquier cargo de elección popular por 15 años, para sacarla de la contienda.

›En las elecciones primarias del 22 de octubre de 2023, Corina obtuvo más del 90% de los votos. Ahora, tras su inhabilitación, se ha dedicado a acompañar a González a sus eventos de campaña, la mayoría de ellos multitudinarios y muchos con lleno total, incluso en el estado de Barinas, anteriormente bastión del chavismo.

En respuesta, el presidente Maduro ha desestimado la fuerza de la dupla, con alusiones a la edad de sus rivales. “Hay un viejo decrépito que quiere tomar el poder”, fue una declaración emitida el pasado 6 de julio, además de que en los círculos del gobierno se le conoce a Edmundo González como El Gallo Pataruco.

Tales calificativos han sido a su vez respondidos por el aludido, quien, en uno de sus más recientes mítines, prometió: “Vamos a construir un país donde el presidente no insulte”.

En el marco del actual proceso electoral, medios de comunicación y organizaciones han denunciado un aumento en los actos represivos desde el gobierno. Detenciones de opositores, descalificaciones arbitrarias de los contendientes y la restricción del espacio cívico son algunas de las denuncias emitidas ante instancias de derechos humanos, como Human Rights Watch, lo que ha ameritado una mayor observación por parte de las mismas.

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Preocupación internacional

Varios países y organizaciones de derechos humanos han externado su preocupación por los próximos comicios. Tal es el caso de la Organización de las Naciones Unidas que, a inicios de este mes, advirtió sobre una elección presidencial probablemente tensa.

En una presentación sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela, el pasado 4 de julio, Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, pidió “la urgente preservación y protección del espacio cívico” en el territorio de cara a las elecciones. Su petición fue secundada por Beatriz Borges, directora ejecutiva de la ONG Centro de Justicia y Paz (Cepaz), quien señaló que “es imperativo que pongamos fin a la persecución política y a la criminalización de la sociedad civil”.

Por su parte, Estados Unidos ha mostrado inquietud ante las elecciones próximas. Después de que Maduro incumpliera un tratado por el que se levantarían algunas sanciones a cambio de que se garantizaran condiciones justas para la participación de todos los contendientes electorales, el gobierno encabezado por Joe Biden solicitó una reunión virtual con funcionarios del régimen de Maduro, durante la cual se pidió que haya elecciones competitivas e inclusivas el 28 de julio en Venezuela.

Por parte del país sudamericano, Jorge Rodríguez, en su papel de jefe negociador, aseguró que ambos países aceptaron trabajar en coordinación para lograr una comunicación “constructiva y respetuosa”.

Pocos días después del encuentro, Washington anunció una extensión de la licencia por la que se autorizan algunas transacciones de exportación de gas licuado de petróleo a Venezuela, pero no dejó de señalar que, en los últimos seis meses, al menos 46 opositores a Maduro han sido detenidos.

La inquietud también se hace presente entre los vecinos de Venezuela. La semana pasada, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, habló sobre los comicios venezolanos durante una visita a Bolivia.

“La normalización de la vida política venezolana significa estabilidad para toda Sudamérica. Por ello, esperamos que las elecciones se desarrollen con tranquilidad y que los resultados sean reconocidos por todos”, dijo ante los medios de comunicación.

Ante la expectación que se ha generado, Nicolás Maduro ha reaccionado con promesas de elecciones transparentes y justas. Sin embargo, él cuenta con todo el poder del gobierno y con todo el aparato del Estado, que ya usó en comicios anteriores.

De ser reelecto una vez más, Maduro iniciaría un nuevo periodo de seis años al frente de su país, el cual gobierna desde 2013.

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