El arte nos puede hacer más empáticos, pero (quizá) por poco tiempo
Asistir a una exposición genera empatía, reflexión y comportamiento prosocial, y aunque el efecto sólo dura ese día podría haber consecuencias a largo plazo

Integrantes de los equipos de curaduría del Museo Dom de Viena y de la Universidad de Viena examinan obras de la exposición “Muéstrame tu herida” (Zeig mir deine Wunde).
/Foto: M. Pelowski. Abajo: Anders Krisár, traje antibombas, 2006/7. Arriba: escena de la crucifixión de artista desconocido de principios del siglo XIX, la pintura muestra daños por puñaladas de la ocupación nazi.
Durante la 21 Bienal de Arte de Sydney, en la premier de su documental Human Flow, que fue filmado en 23 países y trata sobre la crisis global de refugiados, se le preguntó al artista Ai Weiwei sí creía que su trabajo podría marcar una diferencia. “Por un momento muy breve, quizá”, fue su respuesta.
Esta semana se publicó una investigación que muestra que el artista fue un tanto pesimista en su respuesta, pero no demasiado: no es un momento, es un poco más… en general no pasa de un día.
Asistir a una exhibición de arte puede tener un efecto que vaya más allá de una experiencia estética o de simplemente pasar un buen rato: el arte puede hacer que seamos más conscientes y empáticos e incluso cambiar algunas de nuestras actitudes, según pudo demostrar la investigación publicada en la revista Psychology of Aesthetics, Creativity, and the Arts.
El estudio, realizado por un equipo de la Universidad de Viena en colaboración con el Museo Dom de Viena, encontró que atender a una exposición se asoció con “cierta reducción” de la xenofobia y aumentó la aceptación de la inmigración; además, esta investigación analizó la duración de este efecto en las personas después de la exposición, algo que no se suele hacer.
Del cambio de vida a mejorar el día
“Como anécdotas, hay una gran cantidad de informes de personas que han visto sus vidas, las imágenes que tienen de sí mismas y del mundo marcadas y cambiadas permanentemente por el arte”, reconoce el equipo de investigación.
Sin embargo, en su experimento, con los dos métodos que usaron para evaluar, encontraron “evidencia consistente de que los efectos son principalmente temporales”, de apenas un día; pero esto no les desanimó, al menos no por completo.
“Si bien podemos encontrar modulaciones en varias medidas que involucran empatía, reflexión y comportamiento prosocial, estas generalmente duran sólo el día de la visita de arte”.
Esperanza en el arte
“Los resultados, por supuesto, podrían interpretarse a su vez como una sugerencia de que una exposición de arte no es eficaz para producir un cambio sustancial y duradero de actitud/comportamiento”, escribió el equipo de investigación en su reporte.
Pero aclaran que la brevedad de efectos podría deberse a que el diseño de su estudio tenía una única intervención, pues se ha visto que intervenciones más largas, como unirse a una clase o a múltiples sesiones, “podrían conducir a impactos más sostenidos, incluso aditivos”.
Además, como continuaron el análisis dos semanas después de la asistencia a la exposición, encontraron “cierta evidencia de impactos retardados en los espectadores” a lo largo de los días o incluso de la semana siguiente, “especialmente pensar en cómo podrían sentirse los demás y mostrar cierta conciencia reflexiva de uno mismo y de los propios sentimientos internos”.
ML