El gobierno mexicano extraditó el pasado 23 de febrero a Rubén Oseguera, conocido como “El Menchito”, hijo del temido líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), hacia Estados Unidos. Esta medida fue el desenlace de una batalla legal perdida por Oseguera, que ahora se enfrenta a un juicio por narcotráfico con acusaciones que parecen sacadas de un guion de thriller.
El juicio de “El Menchito” ha capturado la atención debido a las extraordinarias y espeluznantes acusaciones en su contra. La defensa del acusado intenta bloquear testimonios cruciales mientras las revelaciones pintan un panorama de corrupción y violencia digno de una película:
Desde ordenar el asesinato de más de 100 personas hasta presuntamente orquestar ahogamientos en piscinas como métodos de eliminación, pasando por el intento de derribar un helicóptero militar para facilitar la fuga de su padre, las acusaciones son tan impactantes como inverosímiles.
Entre bastidores, el juicio se desenvuelve con intensos debates sobre la validez de la evidencia presentada y la credibilidad de los testigos. La jueza Beryl Howell, de la Corte Federal del Distrito de Columbia en Washington, D.C., enfrenta ahora la difícil tarea de decidir qué pruebas permitirán en el tribunal.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos dijo tras su ingreso al sistema penal que Oseguera fue extraditado específicamente para enfrentar cargos por distribución de drogas, como parte de su pertenencia al CJNG, considerado uno de los carteles más violentos y poderosos de México.
Rubén Oseguera, apodado “El Menchito” en honor a su padre Nemesio Oseguera, alias “El Mencho”, nació con doble nacionalidad en California. Desde su arresto en 2015 por cargos de posesión de armas y delincuencia organizada, su camino legal ha sido una saga compleja que ahora alcanza su clímax en un juicio que promete revelar los oscuros entresijos del CJNG y sus impactantes operaciones. DJ