Segovia es una ciudad de historia milenaria, cuyo nombre tiene raíces celtíberas y fue retomado durante la era romana. Durante las guerras numantinas, sus habitantes respaldaron a Roma. Sin embargo, con la llegada de los árabes, la ciudad sufrió despoblación. En 1088, el rey Alfonso VI de León la reconquistó, atrayendo pobladores del norte de la península. Su ubicación estratégica la convirtió en un centro comercial de lana y textiles. En los siglos XIII y XIV experimentó un periodo de esplendor con la construcción de su catedral gótica y el acondicionamiento del alcázar como palacio real.
El Alcázar
La primera impresión al ver este edificio es que salió de una película de Disney, y no estamos equivocados, ya que este castillo sirvió de inspiración para algunas de ellas. El alcázar funcionó como palacio real de los reyes de Castilla desde el siglo XII. Ha sido testigo de importantes eventos de la historia española: aquí se firmó la Concordia de Segovia que sentó las bases para la unificación de las coronas de Castilla y Aragón. Algunos de los sitios que no te puedes perder son la Sala del Trono, con las sillas reales de los Reyes Católicos; la Sala de los Reyes, con los cuadros de Felipe II y Ana de Austria; y la Sala de las Piñas, así llamada porque su techo dorado está decorado con motivos alusivos a esa fruta.
Catedral de nuestra señora de la Asunción y de San Frutos
Es un majestuoso edificio gótico construido entre los siglos XVI y XVIII, aunque en su interior exhibe una explosión del estilo barroco-churrigueresco. Fue ordenada por el emperador Carlos I (Carlos V) tras la destrucción de la antigua catedral románica durante un levantamiento popular. La fachada es sobria, con tres puertas de acceso: las laterales dedicadas a san Geroteo y san Frutos, y la central a santa María o del Perdón, que conserva una imagen de la virgen de la catedral anterior. La catedral cuenta con 22 capillas. Destaca la capilla de los Ayala Berganza, un panteón familiar con un retablo barroco elaborado por José Churriguera. Otro punto de interés es el trascoro, un retablo de mármoles blanco, verde y rosa con representaciones de los evangelistas, san Pedro, san Pablo y la Trinidad. La catedral ofrece visitas al templo y a la torre, así como paseos nocturnos que requieren reserva en línea.
Acueducto
Construido en el siglo II, el acueducto es una maravilla de la ingeniería romana, con una longitud total de 15 kilómetros. Está construido con granito de la sierra del Guadarrama, sin necesidad de cemento para unir las piezas. Consta de 167 arcos y alcanza una altura de 28 metros. Hasta la década de 1970 continuó suministrando agua a la ciudad.
La Granja de san Ildefonso
A 10 kilómetros de la ciudad se ubica uno de los palacios reales más hermosos de España. Felipe V, el primer Borbón que reinó en España, descubrió este lugar en 1717 y optó por construir un palacio para su retiro. Su objetivo era evocar el palacio de Marly de su abuelo Luis XIV. Aprovechando la abundancia de agua, encargó la creación de jardines adornados con numerosas fuentes monumentales y espectaculares juegos de agua.
20 iglesias románicas que están en Segovia, datan del siglo XII.