De Paseo | Santorini, inspirador y fascinante

14 de Octubre de 2024

De Paseo | Santorini, inspirador y fascinante

Santorini

En verano, esta cosmopolita isla de Grecia recibe a muchísimos turistas de todo el mundo, quienes llegan para disfrutar de las vistas y de la fiesta interminable

Cuando vemos una tarjeta postal (eso que se mandaba antes del WhatsApp) de una isla griega con casas blancas y techos azules, lo más seguro es que sea una foto de Santorini. Thira, su nombre en griego, es un lugar sorprendente por la homogeneidad de su arquitectura y la imposibilidad de su geografía.

La isla tiene una forma semicircular debido a que es el resto de un volcán que hizo erupción hace casi seis mil años. Esto formó una caldera y una isla de roca volcánica. El volcán está parcialmente sumergido y la laguna que ocupa el centro del archipiélago es su cráter.

Durante la época feudal se le dio el nombre de Santorini en honor a Santa Irene (Irini, en griego). También era conocida como Kallisté, que significa “la más hermosa”. En el siglo XIX se recuperó su nombre antiguo de Thera, que recuerda a Teras, un rey espartano que colonizó la isla. Ésta ha pasado por las manos de las potencias del Mediterráneo oriental: Roma, Bizancio, Venecia, Imperio Otomano, e incluso Rusia. En 1830, Santorini y el resto del archipiélago de las Cícladas se integraron a la Grecia independiente.

Una de las islas más cosmopolitas de Grecia. En verano está repleta de turistas de todo el mundo, que llegan a disfrutar de las vistas y la fiesta. La llegada es por avión o en ferry desde Atenas. Este último puede tomar hasta 12 horas, ya que va haciendo paradas en varias islas del mar Egeo. En Santorini, es muy recomendable alquilar un carro para poder moverte por toda la isla. Fira y Oia son las ciudades más grandes y el transporte dentro de ellas puede ser complicado.

Santorini es única. La vista a la caldera y al azul del mar Egeo es algo que nunca olvidarás. A continuación, te contamos sobre algunos lugares que no te puedes perder.

Fira. Es la capital de Santorini y es un pueblo colgado sobre el acantilado que da hacia la caldera. Está lleno de callejones empedrados con casas blancas, puertas y ventanas en tono azul claro, y cúpulas de iglesias en azul oscuro. Abundan los hoteles pequeños o apartamentos con piscinas desde donde se pueden disfrutar las vistas mientras se toma ouzo (anís) con agua y hielo, metaxá (brandy) o un vino blanco producido en la isla. Su plaza principal es Theotokopoulou.

Muy cerca de la plaza se encuentra la catedral ortodoxa de la Ypapanti (presentación del niño Jesús en el templo). Ésta se construyó en lugar de una iglesia más antigua que desapareció en un terremoto ocurrido en 1956. La catedral tiene dos torres con campanarios y su fachada es de color crema y azul. Su cubierta está compuesta por cúpulas y bóvedas. La actividad en Fira está concentrada en cinco o seis calles pequeñas donde hay numerosos restaurantes, galerías, tiendas y cafés. Aquí hay todo lo necesario para que la pases de maravilla.

Atardecer en Oia. Esta ciudad, al oeste de la isla, ofrece las mejores vistas del atardecer, un espectáculo increíble que no debes perderte al visitar Santorini. Los pobladores dicen que cuando el sol desaparece en el horizonte, lanzando sus intensos rayos rojos sobre el cielo y el mar, se escucha un click, con cientos de flashes de cámaras y celulares grabando ese momento. Oia es una localidad encantadora, con sus característicos edificios blancos y techos azules. Aunque el terremoto de 1956 causó daños, fue reconstruida y ahora es uno de los lugares más buscados de la isla.

Cata de vinos. Se cree que la producción de vino en Santorini comenzó alrededor del 1700 a.C. A pesar de las dificultades causadas por el viento y la arena volcánica, el resultado es un vino blanco sencillo y sin pretensiones, con sabores cítricos y terrosos. Vale la pena visitar las bodegas en la aldea Megalochori, que utilizan técnicas milenarias para producir este tipo de vinos.

Ruinas de Akrotiri. Antes de Pompeya, existía Akrotiri. Esta ciudad minoica de la Edad de Bronce, situada en el sur de la isla, fue arrasada durante una erupción volcánica ocurrida entre 1642 y 1540 a.C. La tradición antigua sugería que ésta podría ser la mítica Atlántida. Las excavaciones comenzaron en 1967 y han revelado frescos, cerámicas, ollas de cobre y muebles en excelente estado de conservación. Akrotiri fue un importante centro comercial en su época. Aunque la mayoría de los hallazgos se exhiben en el Museo de la Thera Prehistórica, la visita a las ruinas resulta fascinante.

Aprovecha la excursión a Akrotiri para darte una escapada a la playa roja. Se trata de una estrecha franja de playa de guijarros junto a un mar turquesa. Detrás de la playa se elevan acantilados de color rojo, de donde proviene su nombre.