Covid larga puede afectar a niños y adolescentes

4 de Diciembre de 2024

Covid larga puede afectar a niños y adolescentes

Omicron sarscov2 NIAID

Imagen de microscopía electrónica coloreada de una célula (azul) infectada por la variante Ómicron del SARS-CoV-2.

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NIAID

Imagen de microscopía electrónica coloreada de una célula (azul) infectada por la variante Ómicron del SARS-CoV-2.
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El estudio de seguimiento más largo que se ha hecho en menores de edad encuentra que esta condición puede durar hasta tres años en algunos casos

Las secuelas de la Covid-19, o lo que se ha llamado covid larga o persistente, pueden afectar a personas desde los primeros meses de edad hasta los 18 años, incluso tres años después de ocurrida la infección original.

Esta es la principal conclusión del estudio de seguimiento más largo (hasta tres años) que se ha hecho hasta la fecha en menores de edad con infección por el coronavirus SARS-CoV-2, que se publicó a fines de esta semana en la revista médica especializada The Lancet. Además, es el primer estudio pediátrico que evalúa el riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes.

De acuerdo con el equipo de investigación, encabezado por Danilo Buonsenso de la Universidad Católica del Sagrado Corazón en Italia, en la población pediátrica existe una carga “significativa y duradera de Covid persistente”, sobre todo por las infecciones con las variantes original de Wuhan y Alfa.

“Nuestros hallazgos resaltan la necesidad urgente de invertir en Covid persistente pediátrico para encontrar enfoques diagnósticos y terapéuticos efectivos, así como para informar estrategias preventivas en caso de futuras pandemias”. Danilo Buonsenso y colaboradores en The Lancet en línea 5 de septiembre de 2024.

Síntomas y factores de riesgo

Si bien la mayoría de los menores que padecen secuelas de la Covid-19 se recuperan con el tiempo, el 7.1% de los 662 pacientes que asistieron a citas de seguimiento dos años después de la infección original seguían teniendo síntomas de covid persistente. En un principio, se incluyeron mil 319 pacientes, pero dejaron de asistir (probablemente porque se aliviaron de los síntomas), pero “algunos siguen siendo sintomáticos 36 meses después de la primera infección”, escribe el equipo.

Las comorbilidades, ser mayor de 12 años, las variantes original y Alfa, y ser de sexo femenino fueron los principales factores de riesgo. Además, la infección con la variante original del SARS-CoV-2 “se asoció con un mayor riesgo de aparición de enfermedades autoinmunes”. También se observó que la vacuna contra covid, previno las secuelas de manera importante.

Algunos de los problemas clínicos más severos que marcan la presencia de la covid persistente en los pacientes fueron la perfusión pulmonar y el metabolismo cerebral anormales, disfunción autonómica y alteraciones cardiorrespiratorias y musculares.

Buonsenso y sus colegas añaden que los síntomas persistentes y el daño orgánico que observaron pueden estar relacionados con reservorios donde el SARS-CoV-2 siga activo, “activación inmunitaria crónica, tromboinflamación o desarrollo de autoanticuerpos, o una combinación de estos mecanismos”.

Un problema que no se debe soslayar

En el reporte se menciona que la covid prolongada “supone una carga significativa no solo para los pacientes afectados, sino también para sus familias. De hecho, varias asociaciones de familiares a nivel mundial informan de una importante carga económica y rutinaria para los padres de niños gravemente afectados por Covid prolongado” (longcovidkids.org/support-services)”.

Por esta razón, destacan “la necesidad urgente de financiar centros clínicos y de investigación para desarrollar pruebas de diagnóstico, evaluar si la inflamación crónica está involucrada en la Covid prolongada pediátrica y explorar estrategias terapéuticas”, y esperan que sus resultados ayuden a comprender mejor la carga de la covid larga en la salud física, el bienestar y la educación de los menores.