Cómo, cuándo y por qué, controlar el tiempo de pantalla

13 de Septiembre de 2024

Cómo, cuándo y por qué, controlar el tiempo de pantalla

Uso de smartphones

Porapak Apichodilok, Pexels, CC0.

Porapak Apichodilok, Pexels, CC0.

Redes sociales y los juegos en línea pueden ser motivo de ansiedad y depresión, pero hay personas para las que son lo contrario

El tiempo que pasamos frente a las pantallas actualmente es relativo: la mayor parte de nosotros consideramos que, en general, es demasiado y es una pérdida; pero en ciertos casos no es tanto, o es incluso necesario.

“Para algunas personas, las redes sociales y los juegos ofrecen un espacio que les salva la vida”, afirma Catherine Knibbs, una psicoterapeuta que se especializa en cibertraumas y daños en línea y autora del libro Managing Your Gaming and Social Media Habits: From Science to Solutions.

Knibbs señala que, en algunos casos, los juegos en línea “brindan un espacio para que las personas se conecten y combatan otros sentimientos que existen en sus vidas, como la soledad, la ansiedad y la depresión”. Pero para otras, como se ha demostrado, sucede exactamente lo contrario.

En su experiencia clínica, Knibbs escucha comentarios de jóvenes y adultos que aseguran que las comunidades de las que forman parte en línea “los ayudan a sentirse como si estuvieran con personas que los entienden, los ven y tienen los mismos intereses. Esto puede ayudarlos cuando se sienten solos y necesitan apoyo”.

Sin embargo, el uso de la tecnología puede llegar a extremos en que la persona ya no quiere participar en el mundo real (los niños faltan a la escuela o los adultos no van a trabajar), o ni siquiera atiende sus propias necesidades corporales, explica Knibbs en un comunicado.

Cómo nos atrapan

A fin de gestionar nuestro uso de la tecnología, para obtener beneficios sin ser presas de los aspectos negativos del uso de la pantalla, Knibbs considera que el primer paso es entender los trucos que utilizan las empresas de tecnología para volvernos adictos a sus aplicaciones y dispositivos.

“Las empresas de tecnología crean productos que explotan deliberadamente nuestros deseos y necesidades más íntimos para mantener nuestra atención en esos productos”: Catherine Knibbs, autora de Managing Your Gaming and Social Media Habits.

Esos deseos y necesidades son algunos de los más básicos del ser humano, como el deseo de ser reconocidos, vistos, valorados, amados y necesitados.

Así, los videojuegos, por ejemplo, dan reconocimiento en forma de puntos, estatus de prestigio y trofeos; otras aplicaciones aprovechan nuestro deseo de novedad y emoción, así que mantienen un flujo constante de indicaciones y avisos.

Para controlar el uso de pantallas

El siguiente paso que Knibbs recomienda es escribir un diario en que consignemos cómo usamos la tecnología. El objetivo es reconocer cuándo nuestro uso es útil y provechoso, y cuándo no lo es, y empezar a ganar control sobre nuestras decisiones.

Otros consejos incluyen cambiar los colores de fondo a blanco y negro, eliminar las notificaciones de la aplicación o la pantalla de inicio o instalar bloqueadores de tiempo que nos informen cuando hemos pasado una cierta cantidad de tiempo en línea.

“Cuando interactuamos con las redes sociales o los juegos, nos desconectamos de nuestros cuerpos y del estar presentes”. Esta es una de las razones por las que nos quedamos “atrapados” recorriendo páginas, imágenes, memes y posteos.