Tras la difusión del caso Gisèle Pelicot –en el que un jubilado francés drogó a su esposa y permitió que decenas de hombres abusaran de ella por años–, los acusados que han podido ser identificados denuncian que son objeto de ataques.
Tras el receso de una de las sesiones del juicio, Isabelle Crépin-Dehaene, una de las abogadas defensoras, señaló “comportamientos delictivos” hacia los familiares de los acusados.
De manera específica, los hijos de los señalados están siendo objeto de bullying y acoso en sus centros escolares, y otros familiares también han sido hostigados tanto por teléfono como en internet e incluso en persona.
Una de las denuncias señala que hubo un intento de intrusión en un domicilio, mientras que las parejas sentimentales de los acusados afirman que han sido insultados en público.
Ante este panorama, los abogados solicitaron a la Fiscalía que lance procedimientos penales para “prevenir cualquier nueva forma de violencia”, e informaron que temen “ataques contra la integridad física de los acusados y de sus allegados”.
Esta nueva denuncia llega después de que Dominique Pelicot, esposo de la víctima y principal responsable de los abusos, la responsabilizara de los abusos, al señalar que la mujer no quería mantener intimidad con él.
Por su parte, algunos de los participantes de las violaciones masivas –con edades comprendidas entre los 26 y 40 años, y que eran “reclutados” por medio de canales privados en internet– declararon que estaban seguros de que se trataba de un juego de parejas consensuado tanto por Gisèle como por Dominique, y que el hecho de que la mujer no se moviera se debía a que “era tímida”.
La noticia del abuso sexual de al menos 72 hombres a Gisèle ha sacudido a Francia. El caso se abrió en 2020, después de que Dominique Pelicot fuera denunciado por un grupo de mujeres a las que había intentado fotografiar por debajo de la ropa. Durante las indagatorias, la policía encontró en su teléfono fotos y videos de los abusos a su esposa, a la que dejaba inconsciente con medicamentos.
Las autoridades han informado que al menos 72 hombres agredieron sexualmente a Gisèle entre julio de 2011 y octubre de 2020, sin que ella supiera nada al respecto.
En el teléfono y equipos personales de Dominique también se encontraron fotos de sus hijas y nueras sin ropa, por lo que temen que los abusos se hayan extendido a ellas e incluso a sus nietos y nietas.
Por su parte, psicólogos y psiquiatras informaron que el principal responsable presenta conductas cercanas a la necrofilia y una falta total de empatía.