Un estudio reciente publicado en la revista BMJ Global Health sugiere que hacer un cambio en nuestras dietas podría tener un impacto masivo en la salud pública y salvar entre 500 mil y 750 mil vidas al año para 2050.
Los investigadores del Instituto Nacional de Estudios Ambientales de Tsukuba (Japón) y de la Universidad de Tecnología de Queensland (Australia) han descubierto que sustituir las carnes rojas por pescado de forraje, como arenques, sardinas y anchoas, podría ser la clave para reducir significativamente la prevalencia de enfermedades relacionadas con la dieta.
El estudio señala que cada vez hay más pruebas que relacionan el consumo de carne roja y procesada con un mayor riesgo de enfermedades no transmisibles, como cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares, diabetes y cáncer de intestino, que representaron alrededor del 70% de todas las muertes en el mundo en 2019.
Además, los investigadores sugieren que este cambio en la dieta sería particularmente beneficioso para los países de renta baja y media, donde los pescados de forraje son económicos y abundantes, y donde las enfermedades cardiacas son una causa significativa de mortalidad.
Sin embargo, el estudio reconoce que existen desafíos que deben abordarse, como la elaboración de harina y aceite de pescado, la sobrepesca, el cambio climático y las barreras culturales. A pesar de estos obstáculos, los investigadores creen que la coordinación y la acción política multisectorial podrían allanar el camino para aprovechar los beneficios para la salud de una dieta basada en pescado de forraje. DJ