Buenos Aires es la ciudad más europea de América Latina. Sus edificios y monumentos reflejan la riqueza que el país disfrutó a fines del siglo XIX e inicios del XX. La ciudad cautiva por su elegancia, el diseño modernista de su zona portuaria, su comida, y esa energía de estar en un país con mucha intensidad.
En sus textos, el escritor argentino Jorge Luis Borges consideró la fundación de Buenos Aires como un acto mítico. También la concebía como una ciudad eterna, tan antigua como el agua y el aire. Esto quizá tiene que ver con que la ciudad tuvo dos fundaciones. La primera fue en 1536 por Pedro de Mendoza, quien llegó a la orilla del Río de la Plata y levantó un emplazamiento al que llamó Nuestra Señora del Buen Ayre. Dos años después tuvo que abandonar este lugar debido al acoso de los indios querandíes.
En 1580, Juan de Garay estableció la ciudad bajo el nombre de Ciudad de la Trinidad, aunque el nombre de Buenos Aires fue el que predominó. Durante los dos siglos posteriores, la ciudad quedó subordinada al Virreinato del Perú, con limitaciones económicas, ya que la corona española daba preferencia a los puertos del Pacífico.
En 1776 la ciudad se convirtió en la capital del recién creado Virreinato del Río de la Plata. Éste fue establecido con el fin de frenar los avances portugueses y británicos, así como el contrabando. La ciudad comenzó a vivir un periodo de crecimiento.
Durante el proceso de creación del Estado argentino, Buenos Aires se convirtió en la sede del gobierno nacional. La prosperidad económica de la segunda mitad del siglo XIX impulsó un importante desarrollo urbanístico similar al de Haussmann, en París, mientras que en 1910 se inauguró la primera línea de tren subterráneo en Iberoamérica.
Plaza de Mayo
Es el corazón histórico y político de Buenos Aires. La plaza ha sido testigo de los eventos más importantes de la historia argentina. El actual edificio blanco del Cabildo comenzó a construirse en 1722 y ha sufrido innumerables modificaciones. Este inmueble funcionó como audiencia y prisión, y actualmente alberga el Museo Nacional del Cabildo. Enfrente se encuentra la Casa Rosada, sede del Poder Ejecutivo.
Sus orígenes se remontan al siglo XVI, cuando se erigió un fuerte. A lo largo de los siglos, éste fue reconstruido y ampliado. A mediados del siglo XIX se inició un proceso de transformación que le dio un aspecto más moderno y monumental, así como ese color característico.
La Catedral de la Santísima Trinidad empezó a levantarse en 1755 y se concluyó a inicios del siglo XX. Su portada exterior es neoclásica y está inspirada en el Palacio Borbón de París (actual sede de la Asamblea Nacional). En el centro de la plaza se encuentra la Pirámide de Mayo, y sobre ésta, la estatua de la Libertad.
La Catedral Metropolitana de Buenos Aires guarda los restos de José de San Martín, uno de los libertadores más importantes de América Latina.
Recoleta
Su nombre proviene del convento de los Recoletos, fundado a principios del siglo XVIII. Con los años se convirtió en el hogar de la aristocracia y la burguesía porteña, que construyeron imponentes mansiones y palacios, por lo que el barrio es reconocido por su arquitectura, sus espacios verdes y su ambiente sofisticado.
Uno de los sitios más visitados es el Cementerio de la Recoleta, especialmente la tumba de Eva Perón. Pasear por este laberinto de mausoleos es una experiencia única.
Obelisco y Teatro Colón
Otro de los lugares emblemáticos de la ciudad es la avenida 9 de Julio, considerada la vialidad más ancha del mundo. Su nombre rinde homenaje a la Declaración de la Independencia de Argentina. En su cruce con la avenida Corrientes se encuentra el Obelisco. Este monumento de 67.5 metros de altura fue construido en 1936 para conmemorar el cuarto centenario de la fundación de la ciudad. A pocas cuadras está el Teatro Colón. Este imponente edificio neoclásico fue inaugurado en 1908. Su acústica excepcional y su belleza arquitectónica lo convierten en un lugar único.
La Boca
Nombrado por las bocas del riachuelo que desembocan en el Río de la Plata, a fines del siglo XIX una comunidad genovesa revitalizó esta zona pantanosa al convertirla en un barrio con una arquitectura peculiar con casas de madera y chapa, pintadas con sobrantes de pintura traídos por marineros. La Boca se distingue por su vida cultural, numerosas instituciones comunitarias y una ejemplar dotación de bomberos voluntarios, vitales por la vulnerabilidad de las construcciones.
›El tango, una danza que nació en los barrios de Buenos Aires, es parte fundamental de la cultura local. Los visitantes pueden disfrutar de actuaciones en vivo en clubes y teatros dedicados a este apasionado baile.
