El incremento de suicidios en los centros penitenciarios de México durante 2023 ha generado alarma y preocupación. Según datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el número de suicidios en estos establecimientos alcanzó los 102 casos, superando los 100 registrados en 2022. Este aumento se ha observado principalmente en los centros federales, lo que resalta la urgencia de abordar los factores subyacentes que contribuyen a esta trágica tendencia.
La CNDH también informó que 920 personas recluidas mostraban posibles factores de riesgo suicida. De estas, 771 estaban en Centros de Reinserción Social (Ceresos) y 149 en los Centros Federales de Readaptación Social (Ceferesos). Los principales factores de conducta de riesgo suicida identificados fueron la depresión, la ansiedad, los trastornos mentales y los problemas relacionados con el abuso o dependencia de sustancias.
El Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2023, presentado por la CNDH, destacó que el aumento de suicidios se debe principalmente a un incremento en los casos reportados en los Ceferesos, que pasaron de 16 en 2022 a 22 en 2023.
El centro federal con más suicidios fue el Cefereso 16, femenil Morelos, con 11 casos, representando el 50% del total. Este centro ha sido señalado tanto por la CNDH como por diversas organizaciones civiles defensoras de los derechos humanos, quienes han exigido investigaciones y un informe sobre la salud e integridad de las mujeres privadas de la libertad en dicho centro.
Otros Ceferesos con reportes de suicidios incluyen el número cuatro, noroeste; el 12, en Guanajuato; el 17, en Michoacán; y el 18, en Coahuila, con dos casos cada uno. Seguidos por el número cinco, oriente; el siete, nornoroeste; y el 14, en Durango, con un caso cada uno.
Aunque los Ceresos son donde más se presenta esta problemática, tuvieron una ligera disminución de casos, pasando de 84 en 2022 a 80 en 2023. Las entidades con mayor número de suicidios en Ceresos fueron Ciudad de México (11), Sinaloa (nueve), Sonora (siete), Tabasco (seis), Puebla (cinco), Tamaulipas (cinco) y Chiapas, Estado de México y Michoacán, con cuatro cada uno.
El método empleado en más del 96% de los suicidios fue el ahorcamiento, estrangulación, asfixia o anoxia; el resto fue por envenenamiento, hemorragia externa y autolaceración de grandes vasos. En cuanto a la demografía, 75 de las 80 personas fallecidas en los Ceresos eran hombres, y cinco mujeres, mientras en los Ceferesos fueron 11 varones y 11 féminas. Las edades de las personas fallecidas oscilaron entre los 20 y los 49 años. DJ