De un análisis realizado por este medio sobre los resultados de los recientes comicios en los municipios más peligrosos del país, se desprende que la violencia homicida no fue un factor determinante que llevara a los ciudadanos a castigar con el voto a los gobernantes.
Entre mil 871 municipios en donde hubo elecciones el pasado 2 de junio estuvieron incluidos los 50 más violentos del país, considerados así por su alto índice de homicidios dolosos. Tras darse a conocer los cómputos distritales del resultado de las votaciones, llama la atención que en la gran mayoría de estos “municipios prioritarios” —denominados así como parte de la estrategia del Gobierno federal— se optó por la continuidad.
En 25 demarcaciones se concretó la reelección de alcaldes que ganaron en los comicios de 2021; en 17, equivalentes a 34%, se eligió por un candidato o candidata diferente, aunque provenientes de los mismos partidos o coalición que gobernaban. Y sólo en ocho hubo un cambio de partido.
›Según el último informe de seguridad del gabinete federal, al comparar la incidencia de asesinatos entre diciembre de 2018 y mayo de 2024, en estos 50 municipios prioritarios se registró una disminución de 16.5% en los casos de homicidio doloso.
Según el informe presentado en la conferencia mañanera del 11 de junio pasado, en 29 de estos municipios hubo una disminución en promedio de 43%; 19 registraron un aumento de 59% y en dos no se registraron cambios. El promedio diario de muertes violentas entre el arranque de la administración y mayo de este año bajó de 38 a 32 casos.
Si bien la tasa de homicidios intencionales en la mayoría de estas localidades reflejó disminuciones en el primer cuatrimestre de este año en comparación con el mismo periodo de 2021, no fue así en 13 municipios donde despuntaron los asesinatos.
Violencia al alza
El municipio en donde se registró el mayor incremento de asesinatos en el cuatrimestre previo a la elección fue el de Cuernavaca, Morelos, ya que la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes subió 105% respecto a la registrada entre enero y abril de 2021.
Aunque la tasa de asesinatos en la llamada “ciudad de la eterna primavera” aumentó de 10.93 a 22.47 en ese periodo, el panista José Luis Urióstegui Salgado fue reelegido como alcalde bajo la candidatura de la alianza PAN-PRI-PRD-RSP, e incluso superó en más de 10 puntos porcentuales la votación que obtuvo en los comicios de hace tres años.
Algo similar ocurrió en las reelecciones de alcaldes de la coalición Fuerza y Corazón por México, que conformaron PAN, PRI y PRD en los municipios de Irapuato y Celaya, en Guanajuato, así como de Cuauhtémoc, Chihuahua, donde los homicidios aumentaron 20.76, 11.38 y 56.94 %, cada uno.
Sin embargo, la relación entre el aumento de homicidios y la continuidad de los mandatarios municipales se presentó, sin distingo de las diferentes fuerzas políticas.
En 12 de los 25 municipios donde hubo reelección se trató de candidatos de Morena, PT y PVEM, es decir, de la coalición Sigamos Haciendo Historia; 11 fueron alcaldes del bloque opositor de Fuerza y Corazón por México, y en dos casos se ratificó a abanderados de Movimiento Ciudadano.
Entre los gobernantes locales morenistas que fueron reelectos en sus respectivos municipios están los casos de la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, quien rebasó 5.87 puntos porcentuales la votación obtenida en 2021; con menos votos, y a pesar de registrar un aumento de 20% en la incidencia de homicidios, fue reelecta Yolanda del Carmen Osuna en el municipio de Centro, Tabasco.
Otro alcalde de la fórmula Sigamos Haciendo Historia que logró su reelección en su municipio en donde se incrementaron los asesinatos fue Carlos Víctor Peña Ortiz, en la ciudad fronteriza de Reynosa, Tamaulipas, donde en los últimos meses se han agudizado los enfrentamientos y los bloqueos carreteros.
Además, la morenista Xóchitl Flores Jiménez repitió en el municipio mexiquense de Chimalhuacán, Estado de México, en donde la última medición de percepción de inseguridad realizada por el Inegi determinó que 77% de sus habitantes siente temor de ser víctima de algún delito.
Y aunque no se trató propiamente de una reelección, en el caso de Tultitlán, Estado de México, en donde los homicidios repuntaron en más de 36% respecto a 2021, en este 2024 volvió a ganar la coalición de Morena y sus aliados, pero ahora con quien se desempeñaba como delegada del guinda en el municipio, Ana María Castro Fernández.
Los castigados con el voto
Sólo en ocho de los 50 municipios prioritarios se registró un cambio de partido. En la mayoría de los casos donde los ciudadanos optaron por una renovación de gobierno se dio una coincidencia con una disminución de la violencia homicida entre 2021 y 2024.
Es el caso de Uruapan, Michoacán, en donde el exdiputado federal por Morena, Carlos Alberto Manzo Rodríguez, al no ser elegido en la encuesta que hizo el partido para definir al candidato, se lanzó por la vía independiente y arrasó con un 66 por ciento de los votos en uno de los municipios más poblados y con mayor presencia del crimen organizado en la entidad.
Otro municipio en donde la oposición desbancó a la administración morenista fue Chilpancingo de los Bravo, en donde Alejandro Arcos Catalán se alzó con la victoria por el bloque opositor del PAN, PRI y PRD.
El experredista asumirá el gobierno de la capital de Guerrero con un alza de más de 60% en homicidios que deja la morenista Norma Otilia Hernández, quien en meses pasados fue exhibida, mediante videos, mientras se reunía con el líder del grupo criminal Los Ardillos.
Una herencia similar es la que recibirá Javier Torres Rodríguez quien ganó con 50.33% de la votación en Fresnillo, Zacatecas, la ciudad que se mantiene con la mayor percepción de inseguridad de todo el país, según la última Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi.
En contraste, dos municipios del Estado de México en donde se optó por la alternancia y fueron los candidatos morenistas quienes desbancaron los gobiernos de la alianza PAN, PRI, PRD, fueron Tlalnepantla de Baz y Naucalpan de Juárez.
Otro caso es el de Iguala, Guerrero, en donde Erik Catalán Rendón, quien tras sobrevivir a un ataque armado a inicios de año cuando circulaba sobre la carretera federal Iguala-Taxco, fue postulado por la coalición Morena-PT-PVEM y ganó, con un margen apenas superior al de su antecesor, el priista David Gama Pérez.
En Puebla y Monterrey también se consiguió la alternancia, y en ambas el alza en homicidios se perfila como uno de los principales retos. En el caso de la capital poblana, el triunfo del expriista José Chedraui Budib, bajo los colores de Morena, implica la renovación, luego de dos administraciones panistas. Este cambio de estafeta viene acompañado de un alza de 63% en la tasa de homicidios dolosos.
Respecto al exalcalde de Monterrey, Adrián de la Garza Santos, asumirá de nuevo el gobierno de la capital regiomontana con un aumento de 18% en la incidencia de muertes violentas, registrado en la actual gestión de Luis Donaldo Colosio.
¿Estrategia fallida?
Fue el 21 de julio de 2021 cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la ampliación de la “intervención” de las fuerzas federales de 15 a 50 municipios, en los cuales se concentra alrededor de 50% de los homicidios dolosos que se registran en el país.
“Es decir, de los más de dos mil 400 municipios, es en estos 50 en donde continúan los homicidios y se va a proceder con una intervención, un refuerzo en estos municipios”, señalo el mandatario desde su conferencia en Palacio Nacional.
En Jalisco y Estado de México se concentra la mayor cantidad de estos municipios prioritarios, con seis cada uno; le siguen Baja California y Guanajuato con cinco, respectivamente; Sonora y Michoacán aportan cuatro municipios cada uno. Chihuahua, Guerrero y Ciudad de México tienen tres municipios y alcaldías cada uno; Quintana Roo, dos. Puebla, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Morelos, Tabasco, Zacatecas y Colima, sólo un municipio.
Pese a la ampliación de la intervención federal, en estos municipios prioritarios se agudizó el número de víctimas de violencia político-criminal en el proceso electoral.
Según el recuento de agresiones contra actores políticos por parte de grupos del crimen organizado en el periodo electoral 2023-2024, que realizó la organización Data Cívica mediante su monitoreo de Votar entre balas, de 15 municipios que concentraron la mayor cifra de víctimas, cinco son parte de la lista de 50 prioritarios.
Encabeza la lista Taxco de Alarcón, Guerrero, donde se contabilizaron 16 víctimas; en segundo lugar se ubicó Chilpancingo, con 12; le siguió Tijuana, Baja California, otro de los municipios prioritarios donde Morena consiguió mantenerse por un trienio más, con ocho personas agredidas.
Otro municipio con un alto número de casos fue Celaya, Guanajuato, donde fue asesinada Bertha Gisela Gaytán, candidata de Morena a la alcaldía. Este dato se sumó a las cinco víctimas registradas en la localidad a lo largo del proceso electoral.
›En Uruapan, Michoacán, hubo cuatro personas atacadas, entre ellas Jesús Toral García, consejero político de Morena y esposo de la secretaria del ayuntamiento.
Con el mismo número de víctimas se ubicó también en la lista la alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México, que estuvo gobernada por Sandra Cuevas, y en donde el pasado 2 de junio obtuvo el triunfo la candidata de la alianza del PAN, PRI, PRD, Alessandra Rojo de la Vega. Ella, por cierto, fue una de las agredidas, mediante un ataque armado del que resultó ilesa.
Además de Cuauhtémoc, las otras alcaldías de la capital del país que también forman parte de los 50 municipios son Gustavo A. Madero e Iztapalapa, en donde la coalición Sigamos Haciendo Historia logró mantener el poder.
Ven errores en diseño
Un análisis sobre la estrategia de seleccionar determinado número de municipios y considerarlos prioritarios en materia de seguridad pública, la cual se implementó en 2016, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, pone en entredicho su eficacia.
Según el estudio realizado por Álvaro Vizcaíno Zamora, doctor en derecho e investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales, “los municipios —50 o los que se determinen— deberían ser seleccionados mediante una fórmula que combine factores y metas que permitan focalizar los esfuerzos y evaluar los resultados”.
Así, los esfuerzos “deberían concentrarse en aquellos municipios que sumen factores como un determinado número de homicidios en números absolutos (pensemos en más de 100) y una tasa por cada 100 mil habitantes superiores a 50”, sostiene.
Y añade: “Al comparar la lista de 2016 con la lista de 2021, 36 de los 50 municipios siguen siendo los mismos; 13 de los 15 municipios inicialmente considerados como prioritarios en la estrategia del presidente López Obrador desde diciembre de 2020 mantienen una tendencia al alza desde 2021. Los que cambiaron no necesariamente obedecen a una reducción de la incidencia, sino a que otros municipios los superaron en incremento”, señala el estudio de quien también fue secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública entre 2015 y 2018.
El documento señala que mientras en estos municipios se mantengan factores que pongan en evidencia la “profunda debilidad institucional” y el déficit de policías con relación a su población, con escaso presupuesto y/o “deficiente o nula formación y profesionalización”, la estrategia de los 50 municipios prioritarios no dará los resultados que se han esperado en los últimos años.
NM
