Por primera vez después de cerca de seis meses, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) aprobó un alto al fuego en la ofensiva militar de Israel en la franja de Gaza.
Y es que Estados Unidos, que en las tres ocasiones anteriores, había vetado la resolución, se abstuvo en esta nueva votación, con lo que, con 14 votos a favor se “exige un alto el fuego inmediato para el mes de Ramadán”.
Tras la votación, Amar Bendjama, embajador de Argelia, señaló que “Desde hace cinco meses el pueblo palestino sufre terriblemente. Ese baño de sangre se ha prolongado demasiado. Tenemos la obligación de terminarlo. Finalmente el Consejo de Seguridad asume sus responsabilidades”.
En un momento en que las presiones tanto de otros países y organizaciones, como de sus propios ciudadanos, el gobierno de Estados Unidos informó que su abstención en esta nueva votación se debe a que no se condenó firmemente a la organización Hamás. John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, aseguró que la decision no representa un cambio en su política de seguridad, lo que indica que el país seguirá apoyando a Israel.
Asimismo, Linda Thomas-Greenfield, embajadora estadounidense en el Consejo de Seguridad de la ONU, detalló que el alto al fuego en el territorio palestino solo puede efectuarse si el grupo Hamás libera a los rehenes israelíes que tomó el pasado 7 de octubre. “Un alto el fuego puede comenzar inmediatamente con la liberación del primer rehén. Este es el único camino para asegurar un alto el fuego”, fueron sus palabras.
A casi medio año, la respuesta de Israel sobre la franja de Gaza y el territorio ocupado de Cisjordania ha dejado más de 30 mil civiles muertos, muchos de ellos niños y mujeres. Más del 90% de la población se ha quedado sin hogar, y los ataques sobre infraestructura importante han eliminado la posibilidad de garantizar atención médica y alimentaria.
En este sentido, son cada vez mayores las presiones y llamados para que Israel interrumpa lo que ya es considerado como un genocidio por varias instancias internacionales.
En respuesta, el gobierno israelí ha negado todas las acusaciones. En esta ocasión, tras la votación del Consejo de Seguridad de la ONU, la oficina de Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, dijo que la resolución “da a Hamás la esperanza de que la presión internacional le permita obtener un cese el fuego sin la liberación de nuestros rehenes”.