En lo que se refiere a la salud, y en particular a las 20 principales causas de enfermedad, hombres y mujeres no somos iguales. Al menos eso es lo que encontró una revisión que se hizo con el objetivo de “cuantificar las diferencias en las principales causas de carga de morbilidad entre mujeres y hombres en todas las edades y geografías”.
Los resultados de esta investigación, publicada hoy en el número de mayo de 2024 de la revista The Lancet Public Health “apuntan a la urgente necesidad de que las políticas (públicas de salud) se basen en datos específicos por sexo y edad”, señala el equipo autoral encabezado por Luisa Sorio Flor, del Instituto de Médtricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington.
También destacan la importancia de seguir promoviendo la investigación sensible al género y, en última instancia, implementar intervenciones que no sólo reduzcan la carga de enfermedad sino que también logren una mayor equidad en salud.
Las diferencias, en concreto
La investigación, que se basó en el Estudio de Carga Global de Enfermedades 2021, dio seguimiento a las 20 principales causas de carga de morbilidad durante las últimas tres décadas, y encontró que en 2021, “en general, los hombres enfrentaron una carga de enfermedad mayor que las mujeres”.
Esto se desprende del hecho de que para 13 de las 20 principales causas de enfermedad, incluyendo la Covid-19, las lesiones en accidentes de tránsito y una variedad de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y hepáticas, las tasas de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) para los hombres fueron más altas que para las mujeres, se encontró en la investigación.
Por su parte, las mujeres perdieron más años de vida saludable por discapacidades asociadas con el dolor lumbar, trastornos depresivos, dolores de cabeza, ansiedad, otros trastornos musculoesqueléticos, enfermedad de Alzheimer y otras demencias, y el virus de inmunodeficiencia humana y el síndrome que ocasiona.
“Estas diferencias resaltan la importancia de tener en cuenta las diferentes necesidades de salud de mujeres y hombres a lo largo de la vida”.
No todo es la sexualidad
Sorio Flor y colaboradores señalan que “(h)istóricamente, la atención prestada a la salud de las mujeres se ha centrado en gran medida en cuestiones sexuales y reproductivas que, aunque cruciales, no abarcan todo el espectro de problemas de salud que afectan a las mujeres a lo largo de su vida”.
Prueba de ello es, por ejemplo, el costo desproporcionado que tienen las condiciones de salud que son más usuales entre las mujeres que entre los hombres; la mayor diferencia se observa en los trastornos mentales y los trastornos musculoesqueléticos.
Además, las enfermedades no transmisibles que afectan más comúnmente a las mujeres “siguen sin tener prioridad en el financiamiento de la investigación, en la literatura científica y, más notablemente, en la planificación de los sistemas de salud”, señalan.
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