Analítica | Capa de ozono, una posible recuperación

18 de Octubre de 2024

Analítica | Capa de ozono, una posible recuperación

Capa de ozono

Los niveles mínimos de este gas en la Antártida, en 2022, indican una ligera mejoría, y respaldan la importancia de los esfuerzos globales de protección

La capa de ozono, ese vital escudo en la estratósfera que resguarda la vida en la Tierra, ha sido objeto de profunda preocupación y estudio desde la década de los 80 del siglo pasado. Fue entonces cuando científicos británicos detectaron un declive alarmante en el polo sur, un fenómeno que se hizo conocido como el agujero de la capa de ozono.

Según la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos (NASA), en 2022, el área promedio del agujero en la capa de ozono antártica fue de 23.2 millones de kilómetros cuadrados, una cifra que ha mantenido estabilidad en los últimos tres años, ofreciendo indicios positivos sobre su recuperación.

En 2021, el área del agujero de ozono se registró en 23.3 millones de kilómetros cuadrados, con un nivel mínimo de ozono de 103.3 Unidades Dobson (DU).

Este patrón se mantuvo en 2022, con un área de 23.2 millones de kilómetros cuadrados y un nivel mínimo de ozono de 112.5 DU. En 2023, la situación tuvo un ligero retroceso con un espacio de 23.1 millones de kilómetros cuadrados y un nivel mínimo de ozono de 115.2 DU.

Esta mejora gradual, aunque significativa, se atribuye en gran medida a la prohibición del uso de sustancias agotadoras de la capa de ozono, como los clorofluorocarbonos (CFC), que solían ser ampliamente utilizados en la industria como refrigerantes, propelentes y disolventes.

Desde la implementación del Protocolo de Montreal, en 1989, se ha trabajado en la reducción de estas sustancias a nivel mundial, lo que no sólo beneficia la capa de ozono, sino que también contribuye a mitigar el calentamiento global, dado que estos compuestos son gases de efecto invernadero.