Para quien acaba de cambiar de casa, ya sea porque dejó una vivienda que rentaba y se mudó a otra bajo el mismo régimen o porque, mejor aún, tuvo la posibilidad de adquirir un lugar de residencia propio, es inevitable enfrentar la necesidad de contratar telefonía e Internet.
Para bien o para mal, el servicio de telefonía fija y el de Internet están estrechamente ligados. Pocas compañías los ofrecen por separado y al final se termina pagando por uno solo como si se recibieran los dos.
PUEDES LEER: Esta es la manera de tener un chip de la CFE en tu celular
En cambio, sí es más factible contratar únicamente telefonía e Internet sin incluir televisión, o bien televisión sin los dos primeros servicios, aunque en este caso, lo de ahora es la suscripción a plataformas de streaming.
Bien. Para que no te quedes desconectado del mundo y tengas acceso a los servicios de telecomunicaciones sin perder tu viabilidad financiera, sigue estos consejos.
1 Antes que nada, define tus necesidades, pues en el mercado encontrarás un mar de ofertas de todo tipo de paquetes y combinaciones. Ten en cuenta cuántas personas vivirán contigo, pues de eso dependerá cuántos dispositivos estarán conectados a la red de Wifi al mismo tiempo.
2 Revisa cuidadosamente el monto de los gastos fijos que ya tienes al mes, como lo es por ejemplo la renta, si fuera el caso, la luz el agua o colegiaturas, pues a éstos se sumará uno más que no podrás dejar de pagar: el de los servicios de telecomunicaciones.
3 Toma en cuenta que una vez contratado un servicio de Internet con telefonía no podrás dejar de pagarlo, pues hacerlo te acarreará consecuencias, como que te envíen al buró de crédito, pues la mayoría de los contratos tienen un plazo forzoso.
4 Ubica a la empresa proveedora no con base en la publicidad, sino en referencias con familiares o amigos. Haz una encuesta entre tus conocidos respecto a la frecuencia de las fallas de conexión, y algo muy importante: la rapidez con que atienden las llamadas de atención al cliente.
5 No te dejes deslumbrar por el sinfín de paquetes “sensacionales” que verás en la publicidad, pues correrás el riesgo de contratar algo que no necesitas. No requieres de una gran cantidad de megas si en tu casa sólo son tú, tu pareja y dos niños pequeños.
PUEDES LEER: Adicción de adolescentes al internet es más peligrosa de lo que se decía: estudio
6 Toma en cuenta que la tecnología va avanzando de manera vertiginosa y que no es lo mismo contratar un servicio ahora que hace cinco años. Lo que está en estos momentos a la vanguardia es el acceso a Internet a través de la red 5.G.
7 Pero, como complemento de lo anterior, revisa si tus dispositivos están adaptados para hacerte navegar por la red 5.G, pues de lo contrario tendrás problemas de conexión y de velocidad aunque contrates el paquete más potente.
8 Una vez que definiste tus necesidades, llegó la hora de comparar precios. Date tu tiempo para checar las páginas de cada una de las compañías para revisar qué te ofrece cada una de ellas y a cambio de qué.
9 Al hacer el contrato te recomendamos que leas con detenimiento las “letras chiquitas”, en especial para saber de cuánto es el plazo forzoso para mantener el servicio activo.
10 Revisa las medidas de seguridad y las políticas de la empresa respecto a la protección de datos personales. Si una compañía no te explica esto con claridad, desconfía de ella.
