A las personas jóvenes e incluso a quienes ya rondan en los 40 años se les hace muy difícil imaginarse a sí mismos jubilados, sobre todo porque a esas alturas, muchas veces los padres, aunque algunos ya estén en la tercera edad, siguen trabajando.
Sin embargo, nuestros padres muchas veces siguen laborando ya en edades muy avanzadas porque no tienen acceso a una pensión vitalicia, o si la tienen, no les alcanzaría para solventar sus gastos más elementales.
Vete en ese espejo y empieza a planear tu retiro desde ahorita, tengas la edad que tengas, para que no te veas obligado a trabajar de por vida o, peor aún, para que no dependas económicamente de alguien en tu vejez.
Estos consejos te ayudarán a planificar tu retiro de una manera ordenada y segura.
- Visualízate en el futuro. El primer paso imaginar tu vida después de los 60 años. ¿Quieres seguir llevando tu mismo tren de vida? ¿Aspiras a comprar la casa de tus sueños? ¿Te quieres dedicar a viajar? O solo deseas tener un ingreso que te permita cubrir tus necesidades.
- Ubica tu situación actual. Define si en estos momentos tienes un trabajo estable y eres derechohabiente del IMSS o del ISSSTE, pues de ser así, ya tienes un fondo de retiro en automático, aunque… ¡ojo!, es probable que la pensión que recibas cuando te jubiles sea insuficiente.
- Calcula tu monto de jubilación. Si estás en el IMSS o en el ISSSTE, y empezaste a cotizar hasta antes del 1 de julio de 1997, usa los simuladores que tienen estas instituciones para calcular lo que recibirías al momento de jubilarte, ya sea a los 60 -edad mínima 0 a los 65 años.
- Toma el control. Aunque estés en el supuesto anterior, debes tomar por tu cuenta el control de tu plan de pensión, pues es probable que le pensión vitalicia no te alcance para cubrir todos tus gastos. Si el simulador te arroja algo así, es hora de buscar un aumento laboral o conseguir otro empleo formal, en donde mejoren tus ingresos.
- Ahorra por tu cuenta. Si empezaste a cotizar en el IMSS o en el ISSSTE después del 1 de julio de 1997, el panorama es más complicado, pues si bien puedes aspirar a una pensión vitalicia, ésta ya no dependerá del salario que tengas al momento de jubilarte, por muy alto que sea, sino de lo que tengas en tu Afore.
- Checa las opciones. Si estás dentro de este régimen, al jubilarte tendrás que contratar los servicios de una aseguradora privada, la cual te fijará una pensión vitalicia de acuerdo con lo que tengas en tu Afore. También tendrás la opción de retirar todo tu ahorro sin recibir pensión.
- Realiza aportaciones. Es fundamental que realices aportaciones por tu cuenta a tu Afore, además de las cuotas que paga tu patrón, de tal forma que al momento de retirarte puedas acceder a una pensión vitalicia digna o bien a retirar todo tu ahorro, si es que para entonces tienes otra forma de ganarte la vida.
- Arma un plan privado. Si tienes cierta edad, digamos 40 años o más y tiene poco que empezaste a cotizar en IMSS o ISSSTE, es urgente que pienses en un plan privado de retiro, pues lo que llegues a tener en tu Afore no te alcanzará para acceder a una pensión suficiente cuando tengas 60 años.
- Checa el mercado. En el mercado hay varias empresas financieras que ofrecen planes privados de retiro, muchas de ellas asociadas a los principales bancos. Este esquema también es recomendable para quienes trabajan por su cuenta y no están afiliados ni al IMSS ni al ISSSTE.
- Busca asesoría. Acude a los expertos en busca de orientación. No tienes que pagarle a consultores privados, pues en la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro hay varias herramientas que te pueden ayudar a tomar las mejores decisiones.
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