¿Ya te decidiste a emprender para tener tu propio negocio? ¡Felicidades!, has dado un primer paso hacia tu independencia económica y hacia tu crecimiento personal.
Sin embargo, debes tener cuidado de no perder todos tus ahorros en este intento y, sobre todo, de no caer en la frustración si las cosas no salen como lo esperabas.
Estos consejos te ayudarán a que inviertas de menor manera tu capital y a que hagas las cosas con orden y conocimiento de causa, para que no mueras financieramente en el intento.
1 Define tu proyecto. Debes tener claro qué tipo de negocio estás dispuesto a iniciar, y si éste requerirá de una instalación física o si lo puedes hacer exclusivamente online, así como si necesitarás insumos perecederos, como alimentos o medicinas.
2 Ten listo un capital. Debes estar muy conciente de que para emprender se necesita tener un capital disponible. No hagas mucho caso a los miles de sitios web que te dicen que se puede emprender sin invertir dinero.
3 Apuesta a lo que dominas. Lo ideal es iniciar un negocio relacionado con lo que sabes hacer o lo que dominas, y mejor aún, si te gusta. Evita invertir en algo en lo que tendrás que aprender, porque te costará mucho tiempo sacar el proyecto adelante.
4 Empieza con tus manos. Es una forma de decir que si no es estrictamente indispensable rentar una oficina o local y contratar empleados, evita hacerlo. Empieza desde tu casa y ya cuando veas que el negocio funciona, busca ahora sí, otro lugar físico.
5 No dejes tu empleo. Tu empleo te permitirá tener ingresos contantes mientras pasa el tiempo de madurez de tu negocio, un tiempo que puede ser de varios meses en los que no verás ganancias, pues lo que se genere se tendrá que seguir reinvirtiendo.
6 Busca capitación. Lo ideal es que antes de dar el primer paso recibas una capacitación, así sea básica, para que entiendas de cuestiones como la contabilidad, el pago de impuestos en caso de se requiera y aspectos administrativos.
7 Investiga el mercado. Si ya tienes definido el giro en el que emprenderás, checa quiénes serán tus competidores y cómo se mueven y verifica qué tanta demanda tienen los servicios que prestarás o los productos que pondrás en venta.
8 Piensa en la publicidad. Dice el dicho que “santo que no es visto no es adorado”. Esto se aplica para cualquier negocio, pues por muy buenos que sean tus servicios o inclusos tus precios, de nada servirá si no inviertes un poco en publicitarlos.
9 Cuidado con los créditos. Pedir un préstamo al banco o a una empresa financiera para emprender puede ser muy tentador. Pero si te endeudas, estarás obligado a que tu negocio deje lo suficiente como para pagar los intereses y obtengas ganancias. ¿Se podrá?
10 Ojo con las franquicias. No caigas en el canto de las sirenas de los anuncios en la web que te ofrecen “franquicias baratas”. En la mayoría de los casos no son baratas y no te capacitan adecuadamente para la operación del negocio. Empieza por tu cuenta, con tu propia marca.
NM
