¿Algún día ha pasado por tu mente enseñarle a tus hijos la importancia de tener unas finanzas sanas y sobre todo de ahorrar? Contra lo que muchos pudieran creer, esto no sólo es posible, sino hasta cierto punto necesario.
Los especialistas en desarrollo infantil señalan la importancia de los primeros años en la formación de los pequeños, pues es en esta etapa cuando toda la información que reciben la absorben como esponjas y la guardan en una parte de su cerebro, que es como el disco duro de una computadora.
Sigue estos sencillos consejos para que brindes a tus hijos una educación financiera acorde a su edad. Puedes estar seguro o segura de que esto que hagas con ellos nunca lo olvidarán y de que en todo momento te lo van a agradecer.
1. El famoso cochinito. Se ha perdido mucho la tradición de las alcancías de yeso o de barro, en las que los niños metían monedas y sólo la podían romper hasta que el puerquito u otra figura estuviera llena. Retoma esta costumbre. A tu pequeño le encantará meter monedas ahí, con la expectativa de que un día la romperá.
2. Disciplina férrea. Debes ser tajante con tu hijo en la regla de oro de que la alcancía sólo la podrá romper cuando esté llena. Prométele que él mismo la romperá con un martillo y juntos contarán el dinero, del cual podrá disponer, aunque de cualquier manera, en su momento deberá gastarlo con orden.
3. Háblales del ahorro. Explícales a tus hijos la importancia de ahorrar, es decir, de no gastarse todo el dinero disponible, pues si se va guardando aunque sea “de a poquito”, nunca faltará el dinero y en algún momento se dispondrá de mayores cantidades, como cuando se rompe el cochinito.
4. Platícales de gastos. Cuando te acompañen al mercado, a la tienda o al centro comercial, platícales de lo caro que están las cosas, de cómo ha subido el aguacate, -por poner un ejemplo- “pues la última vez que venimos costaba tanto y ahorita me lo dieron en tanto”. Da por hecho que aunque tengan pocos años, lo van a entender.
5. Involúcralos en la planeación. Pídele a tus hijos que te ayuden a elaborar un presupuesto familiar por mes. Abre un cuaderno, toma una pluma, hazles preguntas sobre qué es más importante comprar, si X o Y producto y anota todo. Haz que usen la calculadora para sumar. Eso lo verán como un juego y les gustará.
6.- Resalta las prioridades. Platica con tus hijos de las prioridades de gasto que hay en el hogar. Diles que la comida, la renta (si es el caso), la luz, el gas y el Internet es de lo primero que se debe pagar, pero que si se gasta con orden, siempre alcanzará para otras cosas, como helados, golosinas, juguetes y otros artículos.
7. Predica con el ejemplo. Es fundamental que tú practiques todas los consejos y recomendaciones que le des a tus hijos para fomentarles el ahorro y tener finanzas sanas, pues si les dices una cosa pero ven que tú haces todo lo contrario, nada de esto va a funcionar.
8. Múestrales estados de cuenta. Al mostrarles con documentos tus movimientos bancarios los harás conscientes de que sus padres procuran tener orden en sus gastos y les sembrarás el interés de tener en algún momento una cuenta bancaria propia. Ocurre lo mismo cuando ven una cartera, pero es mejor el estado de cuenta.
9. Háblales de los seguros. Habla con tus hijos de los seguros que sus padres tienen contratados y para qué son cada uno de ellos: el automotriz, el de gastos médicos mayores si es el caso, y en caso de que tengas, el seguro de vida. Pero explícales que tener esos seguros también cuesta y que se debe destinar parte del gasto para ello.
10. Ábreles una cuenta. Si les empezaste a fomentar el hábito del ahorro con un cochinito desde que estaban muy pequeños, excelente. Pero llegará el momento en que la alcancía no sea suficiente. Aprovecha ese buen hábito pero ahora da el siguiente paso, que es abrirles una cuenta bancaria. En las instituciones de crédito hay opciones para menores de edad.
NM