A quien nunca se le vio en actos de campaña de candidatos de Morena fue al exsubsecretario de Salud, Hugo López-Gatell. Tercero en la encuesta interna del guinda para la CDMX, parecía lógico que el responsable del manejo de la pandemia de Covid-19 hiciera labor proselitista. O más aún, que obtuviera una candidatura. Dicen los que saben que López-Gatell buscó una diputación plurinominal, pero todas las puertas del obradorismo se le cerraron. Y nadie se atrevió a invitarlo a su equipo de campaña. En plena orfandad fue nombrado “asesor en salud” de la Presidencia, lo que llevó a don Hugo a pasar toda la etapa de campañas encerrado en una bodega… perdón, en una oficina de Palacio Nacional. Y ahí seguirá.