En círculos políticos se comentó toda la semana el enfrenón que sufrió Alejandro Encinas, quien no logra superar una obsesión respecto al caso Ayotzinapa. El lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó: “No tengo ninguna prueba que haya sido el Ejército”, en alusión a la desaparición de los 43. Un día antes se publicaron declaraciones de Encinas en las que insistió en querer involucrar al Ejército —sin pruebas— en los hechos de Iguala. Desde Gobernación, don Alejandro se caracterizó por hacer imputaciones graves, sin sustento, en contra miembros del Ejército. De seguir con esa obsesión, se comenta, tarde o temprano le provocará problemas a quien recientemente lo arropó políticamente. Veremos.