Un asunto al que no se le ha puesto la atención debida es el de la renuncia de 200 candidatas a cargos de elección popular en Zacatecas. Las aspirantes no renunciaron por amenazas de la delincuencia, sino por los intentos de los partidos de utilizarlas para conservar sus respectivas franquicias. Las deserciones, según los datos con que cuenta el INE, fueron por haber sido registradas sin su consentimiento, porque fueron anotadas sólo para que los partidos cumplieran con las cuotas de género y en varios casos, porque ni siquiera sabían que eran candidatas. Esta vergonzosa conducta, que hace recordar al Juanito de Iztapalapa, fue asumida por dirigentes locales varones de Morena, PRI y MC. Ahí los datos.